Un estudio científico evalúa la historia de la salud presidencial
Un amplio estudio llevado a cabo por TZ Health Media y publicado en el Medicare Supplement ha catalogado la salud presidencial a través de la historia,…
Mucho se ha hablado de la salud del presidente Trump en los últimos meses. Desde incapacidad psicológica hasta extraños hábitos alimenticios, los medios han intentado entender la peculiaridad del presidente a través de los rumores de pasillo.
Pero un colectivo de investigadores ha compilado la información más amplia conocida hasta el momento sobre los hábitos presidenciales a través de la historia, que nos permite ubicar en contexto al actual huésped de la Casa Blanca.
“Preparamos un estudio comprensivo sobre la salud de los presidentes estadounidenses a través de la historia, incluyendo al presidente Trump”, nos comentó Lee Elliott de la TZ Health Media. “Entrevistamos 27 historiadores expertos y doctores, y revisamos varios indicadores de salud que incluían la dieta, hábitos de ejercicio, datos de sueño y enfermedades crónicas, para determinar quienes fueron los presidentes estadounidenses más y menos saludables”.
Tras la noticia de que la oficina de quien fuera el médico de cabecera de Trump durante más de 35 años, Harold Bornstein, fue allanada por un guardaespaldas del presidente en febrero del 2017 para tomar todos los registros médicos, la salud del presidente ha vuelto a ponerse sobre la mesa.
“Durante la campaña presidencial de Trump, Bornstein escribió una carta declarando ‘inequívocamente’ que Trump sería el presidente más saludable de la historia”, reportó NBC News. Pero en una entrevista reciente con el medio, Bornstein dijo que la carta habría sido escrita por el mismo Trump.
Según cita el estudio de TZ Health Media, “las personas quieren pensar que el presidente es la persona ideal, este modelo a seguir o súper humano”, dijo la doctora Amy Greenberg, profesora de Historia y Estudios de la Mujer en la Universidad Penn State. “Así que de alguna forma le damos al hombre respeto por cada aspecto de su vida, bien sea que se hayan comportado bien o que gocen de muy buena salud”.
El estudio procede entonces a evaluar a cada uno de los 44 presidentes (recordemos que Grover Cleveland fue juramentado dos veces), dándoles la calificación de ABCDF de acuerdo a su salud general, y determinando que sólo 10 de ellos poseían realmente un rango realmente saludable.
Como a cualquier otro ser humano, los hábitos alimenticios, de sueño, de ejercicio y los colaterales “malos hábitos”, forman un compendio general de cuadro de salud.
En el caso de Rutherford B. Hayes (1877-1881), “poseía una dieta saludable, no era obeso y se abstenía del uso de tabaco o abuso de alcohol”, lo que, según el estudio, “le daba gran ventaja al compararle con el resto de los presidentes”.
Sin embargo, Hayes murió de un fatal ataque cardíaco a los 70 años.
Por su parte, Barack Obama, quien está en el segundo lugar, fue fumador durante largo tiempo y tenía difíciles hábitos de sueño, pero a su favor está su edad y la ausencia de enfermedades crónicas.
El estudio contempla asimismo los índices de masa corporal, la expectativa de vida, las mejores y peores dietas y las rutinas de ejercicio.
El actual presidente estadounidense está en el puesto 26, con una calificación C en el estudio, en especial por su alto colesterol. El estudio resalta el hábito de Trump de ingerir hasta 12 Coca Cola Diet al día.
A pesar de ser el presidente más viejo en ser juramentado, nunca ha pasado sustos por condiciones médicas. Su colesterol y sus niveles de presión arterial son algo altas, y ha dicho que “el cuerpo humano nace con una cantidad de energía finita y que el ejercicio tan sólo agota esa cantidad”.
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