Redistribución abre el camino a candidatos latinos
"El censo de 2010 fue una llamada de alerta sobre el crecimiento de la población latina y el Gobierno necesita reflejar esa diversidad"según NALEO.
La redistribución de más de una decena de
distritos electorales en EE.UU. abre una oportunidad a posibles
candidatos latinos en 2012, siempre y cuando éstos tengan el respaldo de
la maquinaria política en sus estados, afirmaron expertos.
"El censo de 2010 fue una llamada de alerta sobre el crecimiento de la
población latina en EE.UU. y el Gobierno, en todos sus niveles,
necesita reflejar esa diversidad", dijo Astrid García, directora
de políticas electorales estatales del Fondo de la Asociación Nacional
de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO).
"Pero
para que haya más candidatos latinos se necesita la confluencia de
varios factores, como la movilización de votantes, contribuciones
(monetarias) y el apoyo del liderazgo, tanto de demócratas como de
republicanos", agregó la experta.
"Los latinos somos una parte
importante del tejido social de esta nación y tiene que haber un cambio
en el paradigma, en el enfoque, de tal manera que los partidos cultiven
a nuevos líderes latinos", argumentó García.
La idea es que
los candidatos en distritos con mayoría hispana respondan a los
intereses y necesidades de este creciente segmento del electorado
estadounidense.
Las instituciones y partidos políticos tienen
la tarea de analizar las necesidades de la población y tomar medidas
para promover la equidad en su participación política, según García.
Los resultados del censo ayudan a definir nuevos distritos electorales y el desembolso de fondos para programas sociales.
Según el censo de 2010, los latinos totalizan poco más de 50 millones
de personas y conforman el 16 por ciento de la población nacional.
Además, en la última década contribuyeron a más de la mitad del
crecimiento poblacional del país.
Estados como California,
Florida, Nevada y Texas, protagonizan una nueva demarcación de su
distritos electorales. Florida obtuvo dos escaños adicionales en el
Congreso, mientras que Texas -donde los latinos contribuyeron al 65 por
ciento de su crecimiento poblacional- consiguió otros cuatro.
Al menos uno de cada cinco votantes en 2012 será latino en California, Nuevo México y Texas, según proyecciones de NALEO.
Para el Instituto de Liderazgo Hispano de EE.UU. (USHLI, en inglés),
los latinos tienen la posibilidad de formar "coaliciones electorales
viables" junto con otros bloques electorales para moldear el futuro de
los principales centros urbanos del país.
Pero esa
organización, liderada por Juan Andrade, considera que hay escaso apoyo
financiero y capacitación para que los latinos participen plenamente en
el diseño de nuevos distritos electorales.
Aunque el censo
exige la demarcación de distritos electorales cada diez años para
reflejar los cambios demográficos y asegurar la distribución equitativa
del poder político, "con demasiada frecuencia, el proceso simplemente se
vuelve un ejercicio decenal para proteger a los que ostentan cargos,
con poca consideración para los derechos electorales de las minorías",
dijo USHLI en su página web.
Irónicamente, en muchos distritos
donde los latinos son mayoría, los que menos probabilidades tienen de
ganar son los candidatos que pertenecen a ese grupo.
En Texas,
el gobernador y precandidato presidencial republicano Rick Perry
afronta hoy un juicio en San Antonio en el que se le acusa de haber
manipulado el mapa electoral, con la ayuda de otros políticos
republicanos, para impedir que candidatos latinos ganasen contiendas en
ese estado.
El grupo de demandantes, que incluye a
representantes del Congreso y organizaciones latinas, pretende bloquear
el nuevo mapa electoral.
El subdirector ejecutivo del Partido
Demócrata de Texas, Anthony Gutiérrez, dijo hoy en un comunicado que el
juicio "se trata de mucho más que los republicanos y los demócratas
luchando sobre las líneas de los distritos electorales".
"Los
republicanos están intentando utilizar ilegalmente el proceso de la
redistribución de los distritos electorales legislativos para atacar a
nuestra comunidad y para predeterminar quien creará la política durante
la próxima década...los mapas republicanos severamente disminuyen la
fuerza del voto Latino", argumentó.
Por otra parte, Nuevo
México, donde el 46 por ciento de la población es de origen hispano, no
ha elegido a un latino al Senado desde la década de 1970, aunque el
candidato demócrata Héctor Balderas quiere romper esa racha.
La clave para que los latinos aumenten su representación política en el
Congreso y todos los niveles del gobierno está en programas que los
potencien, según activistas.
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