El superintendente auxiliar de operaciones de
campo de la Policía de Puerto Rico, Leovigildo Vázquez, admitió la
posibilidad de implantar el toque de queda para frenar la creciente
criminalidad que sufre el país.

Vázquez indicó que "toma
fuerza" la idea de implantar el toque de queda, aunque no dio detalles
de cuándo ni en qué periodos se tomaría esa medida, de la que no se
conocen precedentes en la historia reciente de Puerto Rico.

El
mando policial subrayó que la iniciativa se analiza en estos momentos
en el Legislativo, donde dijo que se han evaluado todo tipo de
posibilidades.

Las palabras del mando policial llegan poco
después de confirmarse el jueves la muerte del cocinero peruano Arturo
Peña Giraldo, de 45 años, asesinado cuando regresaba de su trabajo al
frente del restaurante El Puerto del Callao.

La Policía
informó de que la muerte del ciudadano peruano se produjo el pasado día
10, un caso del que se conocen pocos datos y que ha provocado las
protestas de los familiares, que denuncian escaso interés por parte de
la autoridades para su esclarecimiento.

La criminalidad sin
freno que golpea a Puerto Rico se ha cobrado la vida en lo que va de año
de 433 personas, 82 más que en las mismas fechas del año anterior.

El Ejecutivo de Luis Fortuño sacó hace más de un año a la calle a la
Guardia Nacional para combatir el crimen, medida que no dio apenas
resultados en la reducción de asesinatos.