La inmigración como fuente de inspiración
AL DÍA ha seleccionado cuatro libros contemporáneos que nos recuerdan el valor y la importancia de los inmigrantes en la historia reciente de los Estados…
América es un país de inmigrantes, aunque a más de uno se le olvide. Las historias de superación y éxito de todas esas personas que cada año deciden abandonar sus país para cumplir sus sueños en Estados Unidos, o simplemente con la esperanza de poder huir de la violencia y la pobreza, merecen ser recordadas, porque sin ellas, Estados Unidos tal y como es hoy, no existiría. Por mucho en que se empeñe el presidente Donald Trump en desprestigiar el valor de los inmigrantes, especialmente los de origen latino, no puede negarse que uno de los mayores activos del país es su diversidad cultural y racial, además de ser un trampolín de oportunidades para que cualquier persona –pobre o rica, negra o blanca, con estudios o sin estudios– pueda reconstruir su vida y vivir en un entorno de libertad y tolerancia, aunque todavía quede mucho por mejorar.
Vale la pena, pues, recordar algunos libros que se ha encargado de recoger los relatos de estos inmigrantes y asegurarse de que no los olvidamos.
Podríamos empezar por “Una nación de inmigrantes”, el libro escrito por el presidente John F. Kennedy, hasta hace poco inédito en castellano. Una de las pasiones de Kennedy fue la cuestión de la reforma de la inmigración. Creía que los Estados Unidos era una nación de gente que valoraba tanto la tradición como la exploración de nuevas fronteras, de gente que merece la libertad de construir una vida mejor en su tierra de adopción.
Desde el desafío de ser un indocumentado al reto de aprender un idioma o superar una crisis de identidad, AL DÍA News ha seleccionado cuatro libros que le acercarán a la experiencia de la migración en los Estados Unidos. Novelas y relatos autobiográficos que nos recuerdan que los inmigrantes son seres humanos que han tenido que superar obstáculos gigantes para encontrar un trabajo, mejorar las comunidades en las que viven y, con suerte, alcanzar la ciudadanía estadounidense.
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Nacida en Ciudad de México, Ana Raquel Minian siempre estuvo interesada en la historia de su país y sus relaciones con EE. UU., así que al terminar los estudios decidió cruzar la frontera para cursar un doctorado en Yale. Tras una década de investigación, Minian –hoy profesora de Stanford– acaba de publicar “Undocumented Lives: The Untold Story of Mexican Migration”, un repaso a la inmigración mexicana desde el año 1964 (cuando la Casa Blanca puso fin al programa de lo braceros) hasta la actualidad, poniendo énfasis en los problemas de identidad y los desafíos económicos y sociales de toda esas personas que no se sienten ni de aquí ni de allá. Uno de los capítulos se titula “La Jaula de Oro”, como la canción de la banda norteña Los Tigres del Norte, “que habla de un inmigrante en Estados Unidos que sueña con volver a México pero se siente atrapado, como en una jaula de oro, que le impide abandonar el país”.
Una autora de referencia para acercarse a la cultura de Puerto Rico desde la perspectiva de la inmigración es Esmeralda Santiago (San Juan, 1948), autora boricua emigrada a Nueva York en los años 60, quien ha logrado convertirse en un referente de la literatura latina contemporánea. Santiago es autora del bestseller “Cuando era Puertorriqueña”, inspirada en su experiencia migratoria. En el libro, Esmeralda (apodada “Negi”), narra la historia de su niñez en el pobre pero hermoso ambiente rural de Puerto Rico, hasta que su madre decide escapar a Brooklyn. Según la crítica, toda la obra de Santiago transmite la idea del inmigrante latino atrapado entre dos mundos: el que vive fuera de su casa, intentando adaptarse a la sociedad americana y cumplir con las expectativas profesionales. Y el que tiene dentro de casa: un ambiente atrapado en las tradiciones y sujeto a las expectativas de los padres.
Cuando tenía cuatro años, Dan-el Padilla Peralta y su madre aterrizaron en Nueva York procedentes de Santo Domingo con un visado de turista y ya no regresaron a la República Dominicana en mucho tiempo. Obviamente, sus visados expiraron y desde entonces, Padilla ha tenido que vivir bajo el miedo a ser deportado. Criado un barrio pobre de Manhattan, el joven dominicano, que hoy tiene ya 31 años, se refugiaba en las bibliotecas de Nueva York a leer textos en griego y latín, aunque no los entendiera. De ahí surgió su pasión por estudiar Filosofía: pasión que le llevó primero a Princeton y a Oxford, y más tarde a Stanford, donde obtuvo su doctorado en Clásicas. Padilla cuenta toda su odisea en “Undocumented: A Dominican Boy’s Odyssey From a Homeless Shelter to the Ivy League”, una autobiografía de su vida, publicada en 2015.
Nacida en Harlem, de padres dominicanos, Raquel Cepeda se ha hecho un nombre como periodista, activista cultural y productora de documentales. Hace cuatro años publicó “Bird of Paradise: How I Became Latina”, una novela inspirada en sus sus memorias de infancia y adolescencia entre Santo Domingo y el Nueva York de los 80, donde descubrió el mundo del hip hop y empezó a conectar con sus raíces afrolatinas. La protagonista del libro es una detective que se embarca en la búsqueda de sus raíces usando pruebas de ADN, y sus experiencias guardan cierta similitud con las peripecias de Oscar Wao, el adolescente dominicano que protagoniza la novela más famosa de Junot Díaz. Ambos autores escriben relatos de autodescubrimiento a través de lo conflictos raciales, étnicos y lingüísticos que se encuentran en el corazón de la identidad latina estadounidense.
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