Un intrépido matrimonio holandés recorrerá a
pie más de 7.500 kilómetros a lo largo de Chile en una aventura que
además contribuirá a la conservación del medio ambiente, con la
forestación de parques naturales del país.

Arlen Hoebergen y
Jeannette Leenders realizaron la salida simbólica de su cruzada en
la Plaza de Armas de Santiago, en el centro de la capital, antes de
dirigirse a Visviri, en el extremo norte de Chile, para empezar la
travesía, organizada por el Gobierno chileno y la fundación
TrekkingChile.

Durante los próximos 300 días este matrimonio
cruzará la caprichosa geografía chilena, desde el desierto de Atacama
hasta la Patagonia, pasando por los valles y la cordillera de los Andes
en la zona central del país.

La estatal Corporación Nacional
Forestal, por su parte, participará en la aventura con la plantación de
un árbol en un parque o reserva nacional por cada kilómetro que recorran
los viajeros europeos.

"Nos gusta caminar y la naturaleza. Si
te gusta la naturaleza, Chile es un país maravilloso", dijo Arlen
Hoebergen, de 47 años.

Arlen y Jeannette viajarán con una
bolsa con ruedas amarrada a su cintura donde llevarán sus pertenencias.
Éstas incluyen una tienda de campaña, ropa térmica para capear el frío y
utensilios para cocinar.

También llevarán un localizador GPS,
un teléfono vía satélite y un pequeño computador portátil para colgar
fotos y relatar sus experiencias.

Los aventureros esperan
alojarse en hostales en los sitios donde sea posible, aunque saben que
en algunos inhóspitos parajes de la geografía chilena deberán acampar al
raso.

"En el desierto de Atacama caminaremos 400 kilómetros y
allí no hay hostales, así que no tenemos más remedio que dormir en la
tienda de campaña", explicó a Efe Jeannette.

La travesía más
larga que ha realizado el matrimonio son los 2.700 kilómetros que
separan su tierra natal de Santiago de Compostela (noroeste de España),
distancia que cubrieron en poco más de 100 días.

"La de Chile
será la mayor aventura que hayamos acometido hasta ahora", señaló Arlen,
quien destacó la dureza del primer tramo, en el altiplano andino
fronterizo con Bolivia y la travesía del desierto de Atacama.