La Coalición de Illinois por los Derechos
de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) reclamó hoy al presidente Barack
Obama que fije una fecha definitiva para la reunión con los líderes
del Congreso que comenzaría a tratar la reforma migratoria.

En un comunicado, la coalición afirma que la Casa Blanca aplazó
primero la reunión del 8 de junio para el miércoles 17, pero "ahora
la postergó indefinidamente".

Según la coalición, Obama debe fijar una nueva fecha para esta
importante reunión como forma de "mostrar su compromiso con una
reforma integral y humana".

"Esperamos que el presidente deje bien claro que ejercerá su
liderazgo para poner en marcha la reforma en el Congreso lo más
pronto posible", agrega.

En la declaración se afirma que éste es el momento para encarar
la reforma, "porque la ciudadanía quiere la reforma, lo quieren los
votantes latinos e inmigrantes, el movimiento sindical y los
principales líderes legislativos que han hablado en público sobre la
reforma como una prioridad".

La ICIRR, que integra la campaña Reforma Migratoria para América
junto a grupos religiosos, laborales y empresariales de Illinois,
promete mantener la presión en favor del cese de las redadas y
deportaciones "que separan a nuestras familias y aterrorizan a
nuestras comunidades".

La declaración dice que "nuestra nación necesita aprobar una
forma justa y humana" que legalice a los inmigrantes indocumentados,
ofrezca oportunidades, proteja a todos los trabajadores y ayude a
los inmigrantes a integrarse a la sociedad.

En otro mensaje, líderes cristianos reunidos bajo el Consejo de
Fe, organizado durante la campaña presidencial de Obama, también
reclamaron que Obama "demuestre liderazgo y albergue un diálogo
civilizado sobre inmigración".

Ese diálogo debería reflejar "lo mejor de los valores morales y
cívicos de la nación", dijo el reverendo Samuel Rodríguez,
presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano
Hispano.

El pastor Freddy Santiago, de la iglesia Rebaño Compañerismo
Cristiano, dijo por su parte que en Chicago se organizan grupos de
diversas denominaciones religiosas para ir a Washington DC y
realizar una vigilia y oraciones durante la reunión de Obama con los
legisladores.