Si aún se pregunta si el país está o no de acuerdo con el gobierno de Donald Trump, tan sólo vea los resultados de las elecciones del día martes.

Mientras los asuntos más resaltantes de cada campaña fueron la inmigración, la salud pública y el progresismo, el verdadero resultado de las elecciones fue la oleada de mujeres que llegaron al Congreso.

Desde el día de la inauguración de la Administración Trump, las mujeres han dejado en claro que no aguantarán más agresiones de género, en especial cuando provienen de un mandatario que ganó a pesar de sus conductas inadecuadas con mujeres durante toda su vida adulta.

Muestra de ello es que “al menos 111 mujeres formarán parte del próximo Congreso” después de las elecciones del día martes, según explicó Axios.

De ellas, 95 fueron confirmadas como nuevos miembros tras el cierre de los centros de votación, y la mayoría fueron Demócratas.

Haciendo eco del despertar femenino en política de 1992, el 2018 puede ser catalogado como el “Nuevo Año de la Mujer”, donde “las mujeres representarán dos tercios de los distritos que los Demócratas voltearon”, según explicó USA Today.

Once senadoras nuevas, nueve gobernadoras y más de 80 congresistas son la nueva generación de mujeres en altos cargos en Estados Unidos, una cifra histórica para el país y que se debe, en parte, al rechazo que inspira el presidente Trump, según explicó el editor de Cook Political Report, David Wasserman, al medio.

“Esto no habría sucedido sin Donald Trump en la Casa Blanca. Es una reacción directa a su elección”, aseguró.

Asimismo, un tercio de las ganadoras son mujeres de color.

Entre ellas se encuentran:

Michelle Lujan Grisham, Representante de Nuevo México y presidenta del Caucus Hispano en el Congreso, ha ganado la elección para transformarse en la primera gobernadora demócrata Latina.

Sharice Davids, demócrata de Kansas y miembro de la Nación Ho-Chunk, así como Deb Haaland, demócrata de Nuevo México y miembro de la tribu Pueblo of Laguna, fueron elegidas como las primeras congresistas nativas americanas. Por su parte, Davids es también el primer miembro del Congreso de Kansas que forma parte de la comunidad LGBTQ.

Illhan Omar y Rashida Tlaib se convirtieron en las primeras mujeres musulmanas en el Congreso. Omar, representante demócrata del estado de Minnesota, y primera legisladora somalí-estadounidense de la nación, es ahora la primera mujer de color del estado elegida para el Congreso.

De manera parecida, Tlaib, quien no contaba con oponente republicano, se transformó en legisladora demócrata del estado de Michigan.

En Boston, Ayanna Pressley se convirtió en la primera mujer negra elegida al Congreso de Massachusetts.

Texas eligió a su primera Latina para el Congreso, y por partida doble: Verónica Escobar en El Paso y Sylvia García en Houston.

En Nueva York, Letitia James se transformó en la primera mujer negra elegida para un cargo estatal en Nueva York. Con 60 años, también se convertirá en la primera Fiscal General negra del Estado.

Elaine Luria, Jennifer Wexton y Abigail Spanberger en Virginia, Abby Finekenaur en Iowa y Kendra Horn en Oklahoma son otras de las vencedoras.

Finalmente, y como era de esperarse, Alexandria Ocasio-Cortez se transformó en la mujer más joven en ser electa para la Cámara de Representantes en el Bronx.