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Michael Nagle—Bloomberg/Getty Images
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¿Por qué la Administración Trump se opone a la adquisición de Time Warner por AT&T?

El Departamento de Justicia ha decidido bloquear un negocio de 85 mil millones de dólares que combinaría la compañía de telecomunicaciones más grande del país…

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Como si de una advertencia murmurada se tratara, el Washington Post suele enmarcar sus noticias con una breve frase: “La Democracia muere en la oscuridad” (Democracy dies in Darkness), y pocos nos habíamos dado cuenta de ello hasta que el presidente Trump empezó a hacer un hábito de amenazas contra los medios.

“Noticias Falsas”, “Perdedores” y decenas de ataques han minado sus comentarios en Twitter contra CNN y el Washington Post principalmente, aunque sus objetivos varían de acuerdo al crítico de turno.

Pero nadie creería que la verborrea presidencial iría más allá de la personificación de un magnate venido a mayores por un accidente electoral, hasta que el Departamento de Justicia anunció su férrea oposición a uno de los acuerdos de telecomunicaciones más importante en las últimas décadas.

En octubre del 2016, AT&T anunció que quería comprar la productora Time Warner por un monto de 85 mil millones de dólares. La plataforma se haría con cadenas como HBO, TNT y el archienemigo presidencial: CNN.

En medio de una caótica carrera presidencial que recorría sus últimos metros, los candidatos dejaron muy claras sus posiciones al respecto: Donald Trump aseguró que bloquearía el acuerdo de ser elegido, argumentando sin atisbos de cinismo que “es mucho poder en las manos de pocos” – un alegato que el presidente anula ahora cuando es utilizado en contra de su famosa Reforma Fiscal, pues cuando de sus intereses se trata, él es el más justo de todos.

Por su parte, la candidata Demócrata, Hillary Clinton, aseguraba en el momento que el acuerdo de AT&T “planteaba dudas y preocupaciones”. Legisladores como Tim Kaine (D-Va) y Bernie Sanders (I-Vt) advirtieron que la “concentración mediática” podría traer beneficios y consecuencias, aunque Sanders fue mucho más crítico, solicitando a la Administración Obama que detuviera el acuerdo.

De la misma manera, senadores como Elizabeth Warren, Al Franken y Amy Klobuchar dejaron clara su oposición al asunto, según reportó el Washington Post.

Sin embargo, las posturas del presidente, cuando de críticas a su gobierno se trata, han elevado preocupaciones ante la posibilidad de que la determinación del Departamento de Justicia de bloquear el acuerdo tenga que ver con un ataque económico contra CNN.

Medios como Esquire han defendido a AT&T, asegurando que la División de Competencia del Departamento de Justicia tendría como objetivo oculto “dañar a la cadena de noticias CNN en retaliación por su duro trato a la Administración Trump”.

El dilema es claro: si bien la concentración de poder mediático en una sola casa de telecomunicaciones atenta contra la competencia y podría aniquilar a plataformas independientes que han surgido en los últimos años (como Amazon, Apple, Google o Netflix), el hecho de que pudiera atacar a medios críticos del gobierno se percibe como una amenaza a la Primera Enmienda y a la libertad de expresión.

El Fiscal General Makam Delrahim, representante de la División de Competencia, aseguró que este negocio podría “dañar gravemente a los consumidores estadounidenses aumentando los gastos de televisión”, pero el asesor general de AT&T, David McAtee, aseguró que “fusiones verticales de este tipo son aprobadas de manera rutinaria porque benefician a los consumidores sin despachar a ningún competidor del mercado”, según reportó The Guardian.

Habrá que discernir ahora entre el riesgo del mercado de las telecomunicaciones y las estrategias escondidas de un gobierno que pareciera amenazar con silenciar a sus más arduos críticos.