Empresaria propone reforma migratoria basada en Programa de braceros
La educadora y empresaria de Colorado Helen Krieble propuso "la solución de la tarjeta roja" que permitiría resolver la llegada masiva de personas…
La educadora y empresaria de Colorado Helen
Krieble propuso como reforma migratoria alternativa el aprobar una
versión actualizada del Programa Bracero, que hace medio siglo permitía
la contratación de trabajadores extranjeros temporales.
Según
Krieble, ese programa, al que denomina "la solución de la tarjeta roja"
(en oposición a la "tarjeta verde" de inmigración) permitiría resolver
simultáneamente dos problemas: la llegada masiva de personas
indocumentadas y la falta de trabajadores para ciertos sectores, como
agricultura o pequeños negocios.
En declaraciones esta
empresaria conocida por sus constantes actividades filantrópicas
enfatizó que su propuesta "no es un plan de amnistía", sino un plan
"dirigido por el libre mercado, con fondos privados, respaldado por el
gobierno y basado en incentivos".
Krieble propuso que empresas
privadas estadounidenses puedan operar en el extranjero para contratar a
trabajadores temporales no inmigrantes y sin antecedentes criminales.
Los migrantes serían contratados para trabajos específicos en lugares
específicos y por un tiempo determinado, luego del cual deberían
abandonar el país. Toda esa información estaría incluida en la "tarjeta
roja", que sería aceptada como documento de identidad válido por el
Gobierno estadounidense.
La idea, dijo Krieble, no es nueva,
ya que se gestó hace más de dos años como respuesta a la situación
migratoria en Arizona y se trata de una actualización del Programa
Bracero.
Mientras ese programa operó (1942-1964), "el número
de indocumentados cruzando la frontera bajó dramáticamente de más de un
millón a sólo unos pocos miles", indicó.
"Es una forma de
ayudar a que Estados Unidos reciba a los trabajadores de una manera
segura y legal", afirmó Krieble, presidenta de la Fundación Vernon
Krieble, dedicada a "encontrar soluciones a problemas modernos".
En este caso, dijo Krieble, el problema es que las leyes migratorias
actualmente consideradas por el Congreso, como el Dream Act, a pesar de
los innegables beneficios que tendrían para miles de inmigrantes, no
solucionarían el tema de fondo.
En su opinión, seguirían
llegando inmigrantes indocumentados y aquellas personas en zonas rurales
o dueños de pequeños negocios que necesitan trabajadores se verán
obligados a contratar a indocumentados si quieren recoger sus cosechas o
mantener abiertas las puertas de sus negocios.
Se calcula que
unos 4,5 millones de personas trabajaron para el Programa Bracero en
los campos y para las compañías ferroviarias en todo el país ante la
escasez de mano de obra en EE.UU. por la Segunda Guerra Mundial.
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