Las elecciones de Ecuador suponían una oportunidad para distanciarse del legado de Rafael Correa, quien ha gobernado al país durante una década.

Tras una primera vuelta que contaba con ocho candidatos, Moreno y Lasso fueron los escogidos por la ciudadanía para representar las bancadas radicalmente opuestas en el país.

Los resultados de esta segunda y definitiva vuelta no han sido declarados por el CNE junto con el nombre del ganador oficial, pero el ex vicepresidente y supuesto ganador, Lenín Moreno, ya ha celebrado su victoria a través de las redes sociales.

Sin embargo, y como reporta la BBC, “al finalizar la votación, una encuesta a boca de urna le daba la victoria a Lasso”, y frente a los primeros resultados del CNE, el opositor anunció que pedirá un recuento. Asimismo, Lasso ha denunciado elecciones fraudulentas y se ha comunicado con el Secretario General de la OEA para manifestar irregularidades en el proceso electoral ecuatoriano.

Varios medios han reportado que quienes defendían la oposición han creado focos de manifestaciones en Quito y Guayaquil, causando disturbios, a lo que el presidente saliente ha contestado, a través de su cuenta en Twitter, “Lo que no logran en las urnas, quieren lograr por la fuerza”.

El aparente triunfo de Moreno significaría el enraizamiento de la izquierda en Latinoamérica, después del abandono del proyecto socialista en países como Brasil, Argentina y Perú, y el fracaso en su base central, Venezuela.

Asimismo, estos resultados suponen un respiro para el fundador de Wikileaks Julian Assange, quien goza de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, y quien habría sido advertido por Lasso de que al llegar a la presidencia “le retiraría” el beneficio concedido por el Presidente Correa, según reporta Caracol.