Quién es el Senador Bob Casey dentro y fuera de la vida pública?
La política siempre ha sido parte de la vida del senador Bob Casey; pero ¿Qué momentos fuera del escenario formaron sus valores?
Originario de Scranton (Pensilvania), el senador Bob Casey, Jr. creció como el cuarto de los ocho hijos de Ellen y Robert Casey, inmerso en la política desde la cuna.
Cuando Bob, Jr. tenía tres años de edad, su padre inició una larga carrera política al convertirse en Senador estatal de Pensilvania. Cuando Casey hijo cumplió ocho años, su padre era el Auditor general del estado.
Aunque de eso primeros años no le quedan muchas memorias, el Senador sí recuerda los casi 20 años que su padre pasó intentando convertirse en el Gobernador de Pensilvania.
“Me postulé para Gobernador una vez y perdí. ¡Tres veces! Eso es difícil de superar” dijo Casey, Jr.
Esa experiencia dejó huella en la mente del Senador Casey respecto a lo que significa ser un servidor público --alguien que es “sincero, honorable y enfocado en las personas”.
“Se preocupaba y pasaba la noche preguntándose si estaba haciendo las cosas bien. Me enseñó sobre la integridad y la honestidad, pero también sobre cómo plantearse y luchar por quienes no tienen voz”, dijo.
Su padre, sin embargo, no era el único que formaba al hombre que eventualmente ocuparía un escaño en el Senado de los EE. UU., representando a Pensilvania.
La madre de Casey también tuvo una gran influencia en él. Luego de criar a ocho hijos, Elllen Casey se convirtió en la Primera dama de Pensilvania e hizo del cáncer de la mama y el anafabetismo sus grandes temas.
“Su esposo es electo gobernador. ¿Y ella? Pues ahora tenía responsabilidades y obligaciones que no tenía antes”, dijo Casey. “Aún sin trayectoria alguna en la política pública, aún sin presentar su candidatura para el puesto, ella me enseñó mucho sobre ser un buen servidor público y un buen defensor”.
El senador Casey mismo inicialmente siguió los pasos de su padre, graduándose de la escuela secundaria Scranton Prep antes de asistir a la College of the Holy Cross en Worcester, Massachusetts. Después de graduarse, se dirigiría a la escuela de derecho --pero su experiencia de mayor formación se dio fuera de las aulas.
Antes de empezar sus estudios en la Escuela de Derecho, Casey Jr. dedicó un año para ser entrenador voluntario para los jugadores de baloncesto de quinto a octavo grado en la escuela North Philadelphia.
“No habría manera que hubiera podido ver esa comunidad de abogado, al quedarme en la profesión en la que estaba. Probablemente no habría forma en que realmente hubiera vivido la comunidad en North Philadelphia de no ser por esa oportunidad, aún como servidor público que tiene la responsabilidad de hacerlo”, recuerda el Senador.
Casey conoció a su esposa, Teresa, de estudiante en The Catholic University of America en Washington, D.C., Juntos, tuvieron cuatro hijas: Caroline, Elyse, Julia y Marena.
Después de 35 años de matrimonio, el senador se siente “afortunado y bendecido” por “el trabajo pesado” realizado por Teresa Casey.
“Ella [Teresa] no solo tuvo el trabajo pesado de criar a cuatro hijas en un mundo difícil [...] sino también me ayudaba a mí en las campañas y al permitirme hacer el trabajo que hago. Fui realmente afortunado y bendecido de tener una pareja que estaba dispuesta a asumir aún más responsabilidad y hacerlo tan bien”, dijo el Senador.
Pero si hay algo que aprendió de tener un padre en el escenario político fue que “Cuando uno está en casa, debe estar en casa”.
Para el Senador, eso no significa que uno no recibe llamadas telefónicas o se asegura de estar preparado para el próximo día de trabajo. Pero sí significa “pasar todo el tiempo posible interactuando con los hijos”.
“Aún como servidor público, uno no puede absolverse de la responsabilidad de ser un buen padre de familia. Hay quienes piensan que uno puede separar quién es [de] la integridad que debería de tener como ciudadano, pero también como servidor público [...] Sé que algunos se sentirán ofendidos cuando digo esto, pero el carácter es importante. No somos robots”, dijo el Senador.
Y después de toda una vida en la política, sus creencias se han convertido en proyectos de ley y resoluciones
Demócrata pro-vida
Aunque parezca poco convencional, el senador Casey es un demócrata pro-vida, quien ha votado por financiar a Planned Parenthood.
El Senador católico-irlandés cuenta con un puntaje de 70% respecto al Planned Parenthood Action Fund.
Eso se debe al hecho de que su alternativa al aborto no es la abstinencia y la obstrucción, sino más bien la prevención, y los programas que apoyarán a las madres durante y después del embarazo.
“Ella tiene un derecho constitucional protegido de someterse a un aborto. Pero si elige no hacerlo, tenemos que asegurarnos de estar allí por ella [...] Muchos políticos en Washington se pasan todo el día diciendo “Estoy a favor de las familias, creo en la vida y creo en las madres y recién nacidos”, y no hacen absolutamente nada por ayudar a las madres y recién nacidos” dijo Casey.
Para el senador, ser pro-vida es más que oponerse al aborto. Se trata de hacer cosas por las madres y los niños que ya nacieron.
“Demócrata, republicano o independiente, si uno no apoya estos programas, como Medicaid, Supplemental Nutrition Assistance, entre otros, uno realmente no puede decir que está a favor de la familia, o cualquiera que sea la etiqueta que uno se coloque. Uno tiene que respaldarlo con una política”, agregó.
Eso incluye a los hijos de inmigrantes. Según el Senador, uno no puede decir que es pro-vida si pone a un niño “en peligro” al “apoyar una política de inmigración que coloca a los niños en jaulas”.
La salud de los niños aquí en Filadelfia también es una de las principales preocupaciones del senador, quien visitó a AL DÍA dos días después de que Nicolette Rivera, de dos años de edad, fue baleado y asesinado, y que un niño de 11 meses de edad fue herido gravemente.
En octubre de 2019, más de 280 personas han sido asesinadas por la violencia con armas en Filadelfia, en lo que las autoridades califican como una epidemia de violencia con armas.
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El senador Casey ha dicho que quiere enfocarse en aprobar leyes, sobre la base de políticas que han demostrado reducir la violencia con armas. Los proyectos de ley, que han sido presentados ante el Senado, incluyen:
El proyecto de ley de verificación de antecedentes: Nuevas obligaciones para la verificación de antecedentes para la transferencia de armas de fuego entre entidades privadas, a menos que el distribuidor, fabricante o importador autorizado de armas tome primero posesión del arma de fuego para realizar la verificación de antecedentes. Sin embargo, no corresponde a un “obsequio de buena fe”.
Orden de protección de riesgo extremo: Le permite a un miembro de la familia o agente encargado de mantener el orden público ir al tribunal e informar sobre alguien que saben que es propietario de un arma de fuego y está publicando mensajes de odio, de violencia o muestra otros señas de inestabilidad.
“No quiere pretender que estos dos proyectos de ley tendrán un efecto directo sobre lo que vimos este fin de semana, con los niños asesinados y heridos. Pero estos dos proyectos de ley serán un inicio”, afirmó Casey.
Otra manera de reducir la violencia con armas es darles a las personas acceso a oportunidades, inclusive de la educación de calidad.
“Necesitamos una estrategia para los niños. Necesitamos algo similar a lo que hicimos cuando ayudamos a la gente de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, un programa masivo para rescatar a la gente de la pobreza”, explicó el Senador.
En un mundo perfecto, para el senador Bob Casey, eso involucraría ampliar la educación pública para cubrir los primeros dos años de la universidad.
En ese escenario, la gente podría obtener por lo menos un título de estudios superiores de dos años. También aliviaría la carga de los préstamos estudiantiles para aquellos que quisieron continuar sus estudios en otros programas de títulos avanzados.
En su perspectiva, esto podría aliviar la escasez de profesionales que ha experimentado el país como en las áreas de salud pública y atención médica.
“Tenemos que asegurarnos que esas personas, los médicos y enfermeros, cuenten con la capacitación y oportunidades para dar atención médica a la gente”.
Sin embargo, hasta eso sería insuficiente para ayudar al sistema de atención en salud.
En este momento, “existen alrededor de tres amenazas a la atención en salud”, según el Senador:
La primera es la Demanda de los republicanos contra la Ley de atención médica asequible. De ser exitosa, eliminaría la protección para las personas con afecciones preexistentes. “Destruiría la Ley de atención médica asequible. ¡La destruiría! Eliminará la protección para decenas de millones de personas y destruiría la cobertura para 20 millones de estadounidenses”, agregó.
Para Casey, el gobierno de Trump es la segunda amenaza. La tercera, dijo, son las propuestas para recortar Medicare y Medicaid por billones de dólares.
“Sé que parezco negativo, pero gran parte de lo que tenemos que hacer aquí [en el Senado] es luchar”, explicó.
En ese sentido, el Senador, quien alguna vez fue acusado de tener una “personalidad blanda como la avena” terminó la discusión con una promesa apasionada para asegurar que Medicaid y Medicare continúen.
“Lucharé con ellos [los Republicanos] mañana, tarde y noche. No los apoyaré. No haré compromisos con ellos. Lucharé contra ellos y los venceré. Eso es lo que haré”, dijo Casey.
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