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Yunior Carcía se ha convertido en el rostro de la nueva generación de opositores cubanos. Foto: Getty Images
Yunior Carcía se ha convertido en el rostro de la nueva generación de opositores cubanos. Foto: Getty Images

¿Qué pasa con las protestas del 15-N en Cuba?

El gobierno de Cuba reprimió las protestas que estaban planeadas para el 15 de noviembre. 

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Una nueva jornada de protestas estaba planeada para este lunes en Cuba. Desde hace semanas, activistas llamaron a las calles a los ciudadanos para manifestarse en contra del régimen, sin embargo, debido a la presión policial las manifestaciones fueron prácticamente nulas. 

Los líderes de la oposición amanecieron con la prohibición expresa de salir de sus casas y bajo una estricta vigilancia policial, lo mismo ocurrió con periodistas independientes e incluso a los periodistas acreditados de la Agencia EFE , la agencia española de prensa, les fueron retiradas sus acreditaciones que les permiten trabajar como comunicadores en la isla. 

Aunque las protestas están prohibidas en el país, el pasado 11 de julio se vivieron unas manifestaciones numerosas en diferentes ciudades, en lo que para los expertos y observadores parecía un renacer de la oposición en el país, a pesar de la represión. Con este marco de fondo, jóvenes activistas, decidieron convocar a la jornada del lunes. 

Uno de los líderes ha sido el dramaturgo de 39 años, Yunior García Aguilera, líder de la plataforma ‘Archipiélago’  desde donde se planeó la movilización contra el gobierno y la liberación de los presos políticos. Solamente durante las manifestaciones de julio, 1.270 personas fueron detenidas, de las cuales 658 permanecen en prisión, según la ONG Cubalex. 

Ante las medidas represivas, que iban aumentando entre más se acercaba el día de la protesta, los organizadores decidieron que no se iban a hacer marchas llevando un recorrido, sino que invitaron a la gente a tener demostraciones simbólicas como cacerolazos o llegar a las plazas y monumentos de los próceres vestidos de blanco para depositar  ofrendas florales e incluso a apagar la TV y no sintonizar el noticiero nacional durante esta semana. 

Sin embargo durante el día, la situación en La Habana fue de aparente calma aunque la presencia de policías en las calles y los puntos de encuentro de las protestas como el Malecón era notorio. El gobierno no solo ha apelado a la represión para frenar la movilización, mientras los promotores se movilizaban en redes, el gobierno desacreditaba el movimiento creciente diciendo que era patrocinado por Estados Unidos, e incluso el canciller cubano, Bruno Rodríguez señaló que el lunes fue una jornada festiva por el regreso de los niños a las escuelas y la reapertura del país al turismo internacional y señaló además que la jornada de protesta “ha sido un rotundo fracaso”. 

Cuba desde el exterior

Aunque en Cuba no hubo espacio para la manifestación, en ciudades como Madrid y Buenos Aires, cientos de personas se reunieron para protestar en contra del gobierno cubano y en solidaridad con los líderes opositores. Además, el director para las Américas de Human Rights Watch, Jose Miguel Vivanco, manifestó su preocupación por lo que está ocurriendo en la isla. “Muchos periodistas y críticos están sitiados en sus casas. Algunos han sido detenidos”, señaló a través de twitter.

A pesar de todo, los analistas y observadores creen que en Cuba se está gestando un movimiento en contra del régimen encabezado por una nueva generación que no vivió el sueño de la revolución sino que nació y creció en medio de las consecuencias negativas y las privaciones de este. Que muchos de sus líderes vengan desde el arte y la intelectualidad también marca una diferencia con otras generaciones de opositores en el país.