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Ojo con los celos del perro hacia su bebé

La llegada de un nuevo miembro a la familia puede causar que su mascota se sienta desantendida y celosa. Antes del nacimiento del menor, prepare al animal para…

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La llegada de un bebé es una bendición para el hogar y para la familia, pero su cuidado implica mucho trabajo. Aun así, muchas personas subestiman la cantidad de tiempo y esfuerzo que se requiere para cuidar de un bebé. Si usted tiene perro en su casa, el animal tendrá que ceder su lugar de prominencia ante la llegada del neonato.

Probablemente, hasta hace muy poco tiempo su perro era el jefe máximo en la casa: usted lo alimentaba de acuerdo a un horario específico, paseándolo a la hora precisa todos los días y recibiendo grandes afectos. Con la llegada del bebé, el hogar se torna “patas arriba”, al menos por unos meses. Preparar a su perro para esos cambios inevitables puede contribuir a facilitar la transición una vez que llegue su bebé para alegrar su hogar.

El temperamento del perro varía en gran medida, de acuerdo a la raza, a sus capacidades de relaciones sociales, y la forma en que fue criado. Sin embargo, aunque usted conozca muy bien al perro, no podrá predecir cómo reaccionará ante el nuevo miembro de la familia.

Antes del nacimiento, muestre a su mascota elementos e indicios de que va a llegar un nuevo miembro a la familia. El perro ya reconocerá algunas pistas como la entrada de “cosas” de bebito en la casa. Acostúmbrelo al olor de todo lo que vaya a pertenecer al niño. Si va a restringirle su libertad de andar por la casa, hágalo en este momento, para que el perro no asocie únicamente la restricción con el niño.

Aunque un horario es benéfico para la mascota y reduce su ansiedad, lo ideal es que cambie gradualmente las horas en que lo alimenta o lo saca a pasear, ya que la alimentación o el cambio de pañales del bebé podría interferir con el momento de atender al animalito.

Hable con el perro y menciónele el nombre del bebé o simplemente refiérase al “bebé”. Pruebe el funcionamiento de monitores del bebé, juguetes musicales, columpios, etcétera, para que el perro también reconozca las imágenes y sonidos asociados con el bebé.

Los animales son muy intuitivos, y lo más probable es que su perro sabrá que hay algo diferente en el ambiente. Usted percibirá cambios en su conducta, en su apariencia e incluso sus olores habrán cambiado con el embarazo. Esté atento a esos cambios. ¿Su mascota se muestra alerta o distante? ¿Se le acerca? ¿Siente curiosidad por lo que está ocurriendo a su alrededor?

Cuando nazca el niño, mande a alguien a casa con una sabanita que tenga su olor, para que el perro lo reconozca. También podría grabar los sonidos del bebé, para reproducirlos delante del perro para ver su reacción.

Cuando llegue con el bebé, asegúrese de que el perro esté bien amarrado y seguro de tal manera que usted pueda controlar cualquier movimiento súbito. Salude al perro y demuéstrele afecto. Muéstrele al  bebé y evalúe su reacción.

A medida que pase el tiempo, tendrá una mejor noción de los sentimientos de su perro con respecto al bebé. Recuerde que nunca debe dejar solo al animal con el bebé. Con el tiempo, la familia encontrará un método idóneo para los seres humanos y los perros por igual. Luego, su desafío será cuidar de un pequeño al que le gusta halarle la cola al perro.