En el afán por perder peso, hay quienes se someten a estrictas rutinas de ejercicio y logran quemar una buena cantidad de calorías, pero luego se auto recompensan con suculentas comidas y echan por tierra todo su buen trabajo por bajar de peso.

Especialistas han encontrado que el ejercicio parece estimular el apetito. Por eso, después de una jornada de actividad física intensa es bastante común querer gratificarse consumiendo las comidas favoritas que, por lo general, tienen muchas calorías.

“Siempre que se hace una actividad vigorosa el cuerpo va a usar más calorías y probablemente eso le provocará una sensación de hambre; pero no hay que comer alimentos que le hagan volver a ganar el peso perdido”, dijo Shirley Peterson, asesora de nutrición de a Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

La especialista dijo que hay una tendencia a pensar que se han quemado más calorías durante el ejercicio de las que realmente se han usado; y eso es contraproducente.

“Por ejemplo, es posible que después de una media hora en la caminadora, una persona haya quemado un poco más de doscientas calorías, pero si tras la rutina de ejercicio esa persona decide consentirse comiéndose un helado grande con nueces y mermelada estará metiéndole al cuerpo más calorías de las que había perdido”.

Para lograr perder peso haciendo ejercicio hay que entender la conexión que existe entre las calorías que se queman con la actividad y las que se consumen.

Peterson recomendó visitar el sitio en Internet MyPyramid.gov del Departamento de Agricultura de EE.UU. El sitio ofrece información sobre nutrición y actividad física, e incluso le permite personalizar la información de acuerdo a su edad y peso.

La especialista sugirió encontrar nuevas formas de auto recompensarse. “En lugar de pensar en premiarse comiendo después de hacer ejercicio, usted podría buscar otra manera de consentirse, quizás tomándose un descanso placentero”, dijo Peterson. “Para mí una de las cosas que más disfruto es tomar por la noche un baño en la tina con agua caliente; me gusta y es una forma de consentirme”, agregó.

Otras maneras de recompensarse es postergando el momento de premiarse; podría darse un pequeño lujo como comprarse una loción para el cuerpo o, si optara por aplazar unos meses la recompensa, regalarse un viaje corto o un masaje. “Cualquier cosa que le haga sentirse especial, en vez de comer, podría ser una buena recompensa por hacer ejercicio”, concluyó Peterson.

¿Cuántas calorías se queman al hacer ejercicio?
La tabla presenta un cálculo aproximado de las calorías que puede quemar una persona de 154 libras de peso y con una estatura de 5 pies y 10 pulgadas practicando distintas actividades. Las personas que pesan más quemarán más calorías y quienes pesan menos, consecuentemente, quemarán menos calorías.