Este miércoles el número de estadounidenses con el esquema de vacunación completo alcanzó los 200 millones de personas. Sin embargo, este número es desalentador en medio de un repunte de casos y hospitalizaciones en la temporada navideña que ha afectado no solo a Norteamérica sino a también a varios países de Europa. 

 

Los nuevos casos en el país han pasado las cifras de una media de casi 95.000 a 119.000 en un mes, y las hospitalizaciones han aumentado un 25% respecto al mes pasado, según informó Huffpost.

 

Si se habla de cifras mortales, diariamente se registran alrededor de 1.600 decesos, casi lo mismo que en el mes de octubre con pico de contagios. 

 

De acuerdo a algunos especialistas, el número total de muertes en Estados Unidos, a menos de dos años de la crisis, podría alcanzar la desgarradora cifra de 800.000 en cuestión de días.

 

Hasta el momento, cerca de 48 millones de personas han recibido  la dosis de refuerzo de la vacuna contra el Covi-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Funcionarios de la Casa Blanca señalaron que la semana pasada se administraron 12.5 millones de vacunas, el mayor total semanal desde mayo.

Sobre las vacunas, un estudio de la Universidad de Harvard, publicado esta semana en el New England Journal of Medicine, analizó las dos principales vacunas contra el coronavirus basadas en la tecnología de ARN mensajero: Pfizer y Moderna.

 

Según el resultado del estudio, la vacuna de Moderna contra el Covid-19 presenta un riesgo ligeramente menor de positivo, incluida la infección documentada por SARS-CoV-2, Covid-19 sintomático y hospitalización relacionada con la enfermedad, ingreso en cuidados intensivos y muerte.

 

Los investigadores analizaron estos resultados durante un período de 24 semanas. En este periodo, las variantes alfa y delta fueron predominantes.

 

"Este estudio a gran escala nos permitió detectar diferencias sutiles entre estas dos vacunas altamente efectivas. Si bien las diferencias identificadas en el riesgo estimado fueron pequeñas en la escala absoluta, pueden ser significativas para los órganos de toma de decisiones más grandes, como los sistemas de atención médica y las organizaciones de nivel superior", explica Barbra Dickerman, una de las autoras e investigadora en el Departamento de Epidemiología de la Escuela Chan de Harvard.