La pasada semana aprendí uno de los secretos para el éxito de los labios del CEO de una gigantesca corporación en Estados Unidos, una que ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos tres años, en gran parte, gracias a su excepcional liderazgo.

Su nombre es Oscar Muñoz, y es el actual CEO de United Airlines, la tercera aerolínea más grande del mundo, con 86.000 empleados y una capitalización de mercado de 21 mil millones de dólares.

Oscar es descendiente de inmigrantes, exactamente igual que el resto de nostoros. 

Muñoz, como escribieron este apellido sus ancestros en México, ahora es Munoz –ha perdido la “ñ” en el inmenso universo de su mundo corporativo–.

Para aquellos líderes latinos senior que le escucharon la semana pasada en la reunión de la Asociación de Directores Corporativos Latinos (LCDA), él volvió a ser nuestro ‘Muñoz’ –o simplemente a ‘Oscar’, como algunos de nosotros terminamos por llamarle, tan cerca como nos hizo sentimos al escucharle–.

“Una empresa es más rentable cuando se basa en unos principios”, dijo. En otras palabras, las prácticas basadas en principios generan los resultados más rentables en una corporación.

Es decir, las ganancias siguen a los principios.

La filosofía sobrepasa en valor a los negocios.

La ética garantiza el éxito.

Comienza con el hombre al mando, por supuesto, cuya responsabilidad última es establecer el Norte, maniobrando la brújula moral para que todos la sigan.

Y termina con el contable de la compañía, el que prepara los estados de las cuentas trimestrales, cuadrando los números finales; que es una suerte de marcador que refleja que tan escrupulosos son los estándares establecidos por el capitán, el hombre de la cabina de mando.

Oscar ocupa ese espacio de mando a gran altura con gran confianza.

Para él, según sus propias palabras, su trabajo es “solo una plataforma para mejorar el mundo”.

Oscar fue la ‘Persona del Año’ de la revista Fortune en el 2016, poco después de sobrevivir a un ataque cardíaco y a un trasplante de corazón –una remontada milagrosa dos meses después, cuando el mundo vio a un líder recuperado y resuelto, que logró un crecimiento del valor de las acciones de United de un 44 por ciento, poco después, superando a otros megaoperadores, como Delta Airlines y American Airlines–.

Los secretos del éxito, pensé –después de escuchar a Oscar durante casi una hora hablando sobre ‘El impulso a la innovación y los resultados’– son más bien públicos. 

“El clima para la gestión en base a unos valores nunca ha sido más prometedor”, escribe Daryl Travis.

A pesar de los desalentadores titulares de nuestra política nacional actual, nuestra sociedad se está moviendo en una nueva dirección en esta era de la información. Nuestros millennials, la mitad de ellos de ascendencia latina, moldearán y refinarán estos valores y los convertirán en la base de nuestro progreso durante las próximas décadas por venir.