Escrito por: Alejandra Legarda- Periodista

La ordenación episcopal de Monseñor Winston Mosquera Moreno, el primer obispo afrodescendiente de Colombia, marca un hito en la historia de la Iglesia Católica en el país. Este hecho ha sido destacado como un avance importante hacia la inclusión y la representación de las comunidades afrocolombianas, históricamente marginadas tanto en la sociedad como en la Iglesia.

La ceremonia de su consagración, que tuvo lugar el 14 de septiembre de 2024 en la Catedral Metropolitana de Cali, fue un evento cargado de simbolismo, con la presencia de líderes religiosos y figuras políticas, incluyendo a la vicepresidenta Francia Márquez. Mosquera Moreno asumió como obispo de Quibdó, un territorio marcado por la violencia y los conflictos armados, y ha expresado su compromiso con la búsqueda de la paz en la región del Chocó, una de las más afectadas por la guerra en Colombia.

Desde su designación por el papa Francisco, el obispo Mosquera ha resaltado la importancia de superar los prejuicios raciales y de promover una mayor cercanía con las comunidades afrodescendientes. Su trayectoria, que incluye años de trabajo pastoral en Cali y Robles, así como su liderazgo en procesos de inclusión dentro de la Iglesia, lo posicionan como una figura clave para impulsar la reconciliación y la justicia social en Colombia.

Este nombramiento no solo es significativo por su simbolismo histórico, sino también por el desafío pastoral que implica liderar una diócesis en una de las regiones más empobrecidas y violentas del país. El nuevo obispo ha dejado claro su intención de ser un instrumento de paz, recorriendo los ríos y selvas del Chocó para acercarse a las comunidades más vulnerables.