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André Arbeláez, Presidente y CEO del Consejo Corporativo Hispano C-Suite, en nuestras oficinas de AL DÍA a principios de abril. Foto: Emily Neil / AL DÍA News
André Arbeláez, Presidente y CEO del Consejo Corporativo Hispano C-Suite, en nuestras oficinas de AL DÍA a principios de abril. Foto: Emily Neil / AL DÍA News

Por qué la voz latina puede fortalecer a la América corporativa

André Arbeláez y su organización, HC3, intentan promover una mayor diversidad en los puestos ejecutivos de alto nivel.

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El liderazgo es un elemento crucial en todas las áreas de la vida, y lo mismo sucede con los rostros de quienes ocupan puestos de liderazgo en el mundo empresarial estadounidense.

Los hispanos conforman un porcentaje muy pequeño de los líderes ejecutivos, tanto en los puestos ejecutivos más altos como en las juntas empresariales de los EE.UU. André Arbeláez se dio cuenta de esta dinámica y decidió que quería hacer algo para cambiarla.

Los 10 años que pasó en la Junta Directiva y los siete como presidente del Hispanic IT Executive Council (HITEC) le permitieron, no solo trabajar con diferentes empresas, también conocer a los líderes tecnológicos hispanos. También le ayudó a conectar con los directores ejecutivos de información (CIOs por sus siglas en inglés) de empresas destacadas, como AT&T, Hewlett Packard, y Facebook.

“Cuando terminé de servir en su junta, quería asegurarme que aún podría continuar aprovechando toda esa red de contactos y [mantener] esa influencia que tenía en todo el mundo empresarial estadounidense”, dijo Arbeláez durante una entrevista con AL DÍA.  

Esto condujo a la creación del Hispanic C-Suite Corporate Council (HC3), la organización de miembros dirigida al desarrollo de líderes hispanos en el mundo empresarial estadounidense.

Mediante servicios de contratación, apoyo multicultural y multigeneracional, esta organización ha ayudado a crear una oportunidad para promover, contratar y desarrollar a líderes hispanos de empresas públicas y privadas.

Según el estudio de gobierno empresarial de la Hispanic Association on Corporate Responsibility (HACR) Corporate Governance Study, los hispanos solo ocupan el tres por ciento de los asientos en la sala de juntas de las compañías Fortune 500.

Alrededor del 70 por ciento, o cerca de 350 compañías Fortune 500, no tienen a un solo hispano en su junta.

Únicamente un dos por ciento, 10 directores ejecutivos de las compañías Fortune 500, son de ascendencia hispana, y solo un cuatro por ciento de las compañías Fortune 500 tenían a dos hispanos en su junta directiva.

Arbalaez explicó que la misión de HC3 es ofrecer una voz para las personas que no tienen voz.

Mientras que los directores ejecutivos hispanos frecuentemente sirven como una voz para su empresa, realmente no tienen una voz en el mundo empresarial estadounidense, agregó.

Explicó que, con frecuencia, los directores ejecutivos hispanos tienden a ser etiquetados solo como eso.

Sin tener en cuenta que los directores ejecutivos pueden servir mejor como líderes o voces para sus comunidades, y empezar la conversación sobre las cuestiones más apremiantes e importantes.

“Necesitamos ser tomados también como miembros de nuestras comunidades”, dijo Arbeláez, señalando que la legislación es una de las formas de lograrlo.

“[Necesitamos] vincular una legislación importante que ayude a levantar a las personas de color. Pero de una forma equitativa, donde haya una representación equivalente a los desafíos que hay en Estados Unidos para los hispanos”, agregó.

Pese a los números alarmantemente bajos de ejecutivos hispanos en altos cargos del mundo empresarial estadounidense, Arbeláez dice que la comunidad hispana es fuerte.

“Tenemos una fuerza increíble en nuestra comunidad, pero como colectivo, necesitamos celebrarlo, elevarlo, y asegurarnos de crear a la próxima generación de líderes”, dijo.

Mediante la defensa, el desarrollo, la promoción y la interconexión, HC2 pretende servir como una influencia que puede convertir esa propuesta en una realidad dentro del mundo empresarial estadounidense.

“HC3 realmente se está convirtiendo en esa voz para los ejecutivos de más alto nivel, y de dos niveles más abajo”, agregó.

El seguimiento del modelo

Cuando Arbeláez fundó HC3 en 2018, la modeló alrededor de otra organización que ha tenido un impacto importante en apoyar a la diversidad en el mundo empresarial: Executive Leadership Council (ELC).

Fundada en 1986 por 19 hombres y mujeres corporativos afroamericanos, ELC es la organización de miembros para el desarrollo de líderes mundiales afroamericanos, cuya misión es aumentar el número de ejecutivos afroamericanos exitosos.

“La ELC cree en la propuesta empresarial que afirma que cuando la diversidad lidera, el mundo empresario estadounidense y las empresas mundiales alcanzan el éxito”, reza el sitio de la organización.

“Queremos hacer lo mismo para los hispanos”, dijo Arbeláez, expresando el motivo por el que lanzó HC3. “Existe una necesidad de que esa voz hable sobre los asuntos hispanos”.

Los hispanos, que conforman el 18 por ciento de la población estadounidense, son lo suficientemente numerosos en el país como para tener un impacto económico — los hispanos estadounidenses actualmente tienen un poder adquisitivo​​​​​​​ de 1.700 trilliones de dólares. La meta es aprovechar ese poder económico diario para crecer e ingresar al mundo empresarial.

“Sabemos que en cuanto a la demografía, somos una comunidad muy fuerte y nos continuaremos presentando”, dijo Arbeláez.

“Pero… necesitamos aceleradores en el proceso, conforme asumimos la responsabilidad, no solo para nosotros mismos, sino para la próxima generación, para asegurarnos que el camino sea justo, que el camino esté abierto y, sobre todo, que el camino sea visible”.

Por ello, la filosofía de Arbeláez es: “Si puedo verlo, puedo serlo”.

Su dedicación a la causa

La dedicación de potenciar a otros que Arbeláez exude procede directamente del ambiente en el que fue criado.

Su padre fue un programador informático, mientras que su madre creó una empresa de idiomas.

Nacido y criado en Detroit (Michigan) y tras vivir cinco años en Colombia, cuando era joven, Arbeláez observó el valor de la comunidad, el trabajo arduo y la ambición, de primera mano.

Aunque atribuyó a sus padres el haberle inculcado esos valores, también subrayó el impacto que tuvo su enfoque, no solo para ellos, sino para otros.

"Creó una oportunidad para que dos inmigrantes trabajadores crearan una vida y fueran lo suficientemente afortunados para permitirme ser el primero en asistir a la universidad—y, subsecuentemente le llegó la oportunidad a mi hermana—y ver todo lo maravilloso que tenemos que ofrecer”, dijo sobre cómo sus padres alcanzaron el ‘sueño americano’.

Las empresas deben reaccionar ante las tendencias

Con el alto y creciente poder adquisitivo de los consumidores hispanos en los Estados Unidos, el impacto y contribuciones de la comunidad son más grandes y más significativos ahora que nunca.

Por esta razón, la diversidad, la inclusión y el asegurar que las decisiones reflejen este mercado, debe estar al frente de cualquier iniciativa de toda empresa y sociedad exitosa.

“La comunidad está cambiando, así que el negocio tiene que cambiar con ella”, dijo Arbeláez, agregando que el poder adquisitivo hispano debe ser aprovechado y acogido.

En el mundo empresarial, el dinero es el enfoque principal. Por lo tanto, Arbeláez sugirió que las empresas deben ver los cambios y giros en el mercado como una oportunidad para crecer.

“Cuando se integra a las personas que se parecen a la base de clientes, suceden cosas increíbles en los resultados económicos”, agregó.

La creación de la comunidad

Un componente fuerte de HC3 es asociarse con organizaciones afines, aquellas que también trabajan por destacar y promover las voces de la comunidad hispana.

Además de ELC, otras organizaciones como Latino Corporate Directors Association (LCDA), L’Attitude, y muchas otras tienen un sentido similar.

Actualmente existe una brecha entre las organizaciones de nivel medio y la comunidad hispana. Estas organizaciones importantes existen para crear una voz fuerte que pueda ayudar a eliminar esa brecha.

“HC3 está allí asociándose con todas ellas para involucrar, para elevar a esa comunidad hispana y ayudar al mundo empresarial estadounidense a involucrarse, ver y ser parte de esta increíble transformación, conforme vemos la transformación de este país”, dijo Arbeláez.

A pesar de esto, los hispanos aún tienen un papel importante que desempeñar en la creación intergeneracional de su comunidad.

“Solo porque uno entró por la puerta, no quiere decir que uno va a tener éxito; eso depende del individuo”, dijo Arbeláez.

“Nadie le da a uno nada gratis. Uno tiene que ganárselo, crear aliados [y] crear sus tribus conforme avanza en su carrera empresarial”.

Arbeláez siente que tiene la responsabilidad de ayudar a otros, por ejemplo, al ayudar a los ejecutivos en los niveles medios de liderazgo a avanzar a niveles más altos, creando una nueva ola de líderes empresariales.

Espera ver a más ejecutivos hispanos que estén en posiciones similares con deseos de asumir la misma responsabilidad.

“Tiene que ser verdadero, tiene que ser sincero, y [requerirá] de ese compromiso adicional”, dijo.

“También es importante asegurarse que cuenten con un reflejo de líderes en su comunidad, y [que] la comunidad empresarial sea ese reflejo. Para que, conforme todos tengamos hijos, exista una estructura y una oportunidad para que ellos crezcan”.