El Departamento de Salud de Puerto Rico anunció el martes 16 de febrero que una persona de la localidad se ha infectado con la nueva variante de la COVID-19 originada en el Reino Unido. 

Carlos Mellado confirmó a CNN que una mujer puertorriqueña que vive en Europa,fue identificada en la isla y dio positivo a la variante B.1.1.7., una de las muchas nuevas cepas de COVID-19 que se descubrieron a finales del año pasado y principios de 2021.

Mellado también aseguró que la mujer se encuentra muy cuidada y está respondiendo bien al tratamiento.

"Para tranquilidad de la gente, podemos ser diferentes y eso quizás influye en el comportamiento de la variante. Es algo que se está estudiando", dijo Mellado en una rueda de prensa en La Fortaleza tras una reunión con el gobernador Pedro Pierluisi.

La mujer, de unos 50 años, hizo rápidamente una parada en Puerto Rico desde Estados Unidos.

Actualmente se están investigando otros dos casos.

Según la información facilitada por los científicos del gobierno británico, la variante se descubrió el 8 de diciembre, y se sabe que se propaga con mayor facilidad y rapidez que el virus SARS-CoV-2 original.

Los científicos han afirmado que si las cosas no se ralentizan con la nueva variante, ésta dominará los Estados Unidos en marzo.

"Estamos preocupados", dijo a STAT Jay Butler, subdirector de enfermedades infecciosas de los CDC. "Queremos hacer sonar la alarma e instar a la gente a seguir haciendo las cosas que sabemos que funcionan".

Los CDC también confirmaron la existencia de 1.173 casos de la variante B117 en 40 estados de Estados Unidos.

La cepa británica también necesita tratamientos diferentes, ya que la variante es más grave y suele afectar al sistema respiratorio superior en grados peligrosos.

Desde el 18 de febrero, hay 233 puertorriqueños que siguen hospitalizados por enfermedades derivadas de la COVID-19. 

Las cifras podrían empeorar si la variante B117 se extiende por la isla.

Los funcionarios del gobierno piden a los puertorriqueños que se tomen en serio la variante permaneciendo en casa, usando máscaras y manteniendo una distancia social de dos metros.

Recientemente, Pierluisi y la Secretaria Elba Aponte-Santos tomaron la polémica decisión de abrir las escuelas de Puerto Rico a partir de la primera semana de marzo. 

Además, el gobernador también suavizó las restricciones en Puerto Rico al reabrir las playas, los puertos deportivos y las piscinas.

Estas medidas entraron en vigor el 8 de enero, a pesar de la creciente preocupación de los habitantes.

"Los cambios son pocos, pero son justos y necesarios", dijo. "Seguimos siendo extremadamente prudentes".

Las restricciones pueden volver a aplicarse si se produce un pico de casos de COVID.

En la isla se han producido alrededor de 1.850 muertes por COVID-19 desde el comienzo de la pandemia.