Durante los últimos cinco años, Nefertiri Sickout ha sido una parte integral del enfoque de la ciudad de Filadelfia hacia la diversidad, la equidad y la inclusión.

En mayo de 2021, fue nombrada oficialmente directora de diversidad, equidad e inclusión, donde dirige la Oficina del Alcalde para la Diversidad, la Equidad y la Inclusión. Desde mayo de 2020 ocupaba un puesto en funciones, tras la jubilación de Nolan Atkinson. 

Los títulos anteriores de Sickout en la Oficina del Alcalde, desde que se incorporó en 2016, también incluían el de Oficial Adjunto de Diversidad e Inclusión y el de Oficial Jefe Adjunto de Diversidad, Equidad e Inclusión para la Investigación y la Política.

En su nuevo cargo permanente, Sickout se encarga de dirigir la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión, que alberga la Oficina de Asuntos LGBT y la Oficina para Personas con Discapacidad. 

Durante una conversación con AL DÍA, Sickout explicó las diferencias entre diversidad, equidad e inclusión, tres palabras que se lanzan a discreción en organizaciones de todo tipo.

"La diversidad es ver quién está en la sala en términos de diferencias... la inclusión es ver la cultura organizacional y sentir que pertenecen... y cuando se habla de equidad, se habla realmente de recursos y resultados, y de políticas y prácticas", dijo. 

Gran parte de su trabajo, dijo, se centrará en examinar cómo las estructuras existentes han desempeñado un papel importante en los patrones repetidos de disparidades raciales y exclusión, y en encontrar formas de desmantelar esas estructuras. 

"Aunque las leyes abiertamente racistas fueron abolidas durante la época de los derechos civiles, los efectos de esas leyes y las estructuras que las rodean siguen existiendo", dijo.

"A menudo... se manifiestan en los resultados en materia de salud, empleo, vivienda y en muchos indicadores de éxito", añadió. 

Las cifras indican que estas estructuras han sido especialmente perjudiciales para la población latina y otras comunidades de color. 

Por ejemplo, en lo que respecta a la pobreza, los latinos de Filadelfia representaban el 40,2% de los residentes que vivían en la pobreza en 2019, a pesar de constituir solo el 15% de la población de la ciudad. 

Esta es sólo una de las muchas razones por las que el trabajo que Sickout dirige en la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión es tan importante.

"Cuando nos centramos en los más vulnerables, mejoramos los resultados para todos", dijo Sickout. 

En lo que respecta a este esfuerzo, la Oficina se está asociando con los departamentos de la ciudad para impulsar una estrategia doble para centrar un marco de equidad racial y avanzar en los resultados equitativos de la fuerza de trabajo y la comunidad.

Como parte de esta estrategia, cada departamento realizará una evaluación de la equidad racial y creará un plan de acción con el objetivo de lograr una mayor representación y participación de los empleados de color y de otros grupos históricamente marginados e infrarrepresentados en la plantilla de la ciudad. 

La equidad racial es el objetivo principal de este trabajo, ya que la raza ha sido uno de los principales factores de discriminación. Sin embargo, va más allá del elemento racial. 

"A medida que empecemos a desmantelar las barreras [y] los sistemas racializados y a mejorar los resultados de las personas en función de su raza y origen étnico, estaremos mejor posicionados para asegurarnos de que otros grupos marginados e infrarrepresentados, como las personas con discapacidades y los LGBTQ+ y el idioma, la religión, la edad, el género, etc... que estos sistemas se mejoren también para ellos, y que sus resultados también mejoren", dijo Sickout. 

El deseo de mejorar la vida de los demás comenzó mucho antes de que Sickout empezara a trabajar en el Ayuntamiento de Filadelfia. 

Antes de incorporarse a la Oficina del Alcalde, trabajó en Pepper Hamilton LLP, donde ejerció la abogacía durante ocho años como asociada de litigios comerciales, ocupándose de complejos litigios contractuales relacionados con disputas empresariales y societarias.

Detalló cómo sus años en el ejercicio de la abogacía han ayudado a su trabajo en los esfuerzos de DE&I, particularmente en el área de la defensa.

"Muchas de las habilidades que hay que ejercer en un bufete de abogados son transferibles al tipo de análisis y habilidades de defensa que se necesitan para promover una estrategia de toda la organización para mejorar los resultados para los empleados y para los residentes", dijo Sickout. 

En concreto, señaló que las habilidades verbales, escritas, persuasivas, de negociación y analíticas son todas ellas valiosas y transferibles que la han guiado en su transición de trabajar en un bufete de unos 500 abogados a una organización de 25.000 empleados para una ciudad con 1,6 millones de residentes. 

"También se trata de ser meticuloso y muy detallista", añadió.

La abogacía siempre ha sido uno de los principales intereses de Sickout. De hecho, comenzó su carrera profesional en la defensa de la comunidad, donde trabajó en cuestiones que afectaban al bienestar de familias y niños vulnerables. Esto incluía el bienestar infantil, la educación de la primera infancia, la salud de los adolescentes y los programas de educación para padres.

Aunque pudo tener un impacto positivo en ese ámbito, se esforzó por hacer aún más. 

"En realidad, estudié derecho porque quería ser una mejor defensora", dijo Sickout. "Y me imaginé que un título de derecho me daría la capacidad de influir mejor en los sistemas en lugar de influir en programas independientes o centros comunitarios independientes".

Por eso decidió asistir a la Facultad de Derecho de la Universidad de Villanova, después de haber obtenido una licenciatura en psicología por la Universidad Clark Atlanta, un máster en educación especial infantil por la Universidad George Washington y un máster en psicología del desarrollo por el Teachers College de la Universidad de Columbia. 

"Siempre he querido influir en los sistemas y las estructuras, pero no fue hasta que entré en la Facultad de Derecho cuando sentí que podía forjar un camino mejor para hacerlo", añadió.

Sin embargo, trabajar en un bufete de abogados no era un camino que viera necesariamente en su futuro, pero, no obstante, calificó su tiempo allí como "una de las mejores experiencias que podría haber tenido", dijo.

El crecimiento que vio dentro de sí misma, basado en los desafíos de trabajar en un entorno de alta presión y con altos estándares de rendimiento, realmente la ayudó a tener éxito en el campo del derecho, y le dio la confianza para asumir su actual papel en la ciudad de Filadelfia. 

Sin embargo, el deseo de influir positivamente y cambiar las estructuras, y especialmente el trabajo de defensa de los niños, se remonta a su propia infancia.

Sickout creció en Atlanta durante el apogeo de la epidemia de crack en la década de 1980, y ver los efectos de esa epidemia -como el aumento de la delincuencia, la violencia y el encarcelamiento- tuvo un profundo impacto en ella.

"De niña, al ver el sufrimiento que conllevaba esa dinámica comunitaria, quise centrarme en una carrera en la que pudiera reducir el sufrimiento y mejorar las oportunidades y los resultados de la comunidad en la que crecí", reflexiona.

Esas experiencias tempranas sentaron las bases para que se embarcara en la carrera que ha emprendido. 

En cada una de las funciones que ha desempeñado a lo largo de su carrera profesional, Sickout ha sido capaz de influir positivamente en las personas, las familias, las comunidades y la ciudad en general, con la vista puesta en la mejora de los sistemas que provocan desigualdades y en proporcionar más recursos a los más vulnerables. 

A medida que avanza en su actual función como Jefa de Diversidad, Equidad e Inclusión de la Ciudad de Filadelfia, la misión no cambia y el objetivo sigue siendo el mismo.