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España alcanza el 70% de población inmunizada contra la covid-19

Los primeros en recibir la vacuna fueron los mayores que vivían en residencias, pero hoy se vacuna a toda persona mayor de 12 años.  

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Hace un año parecía una utopía, pero España llega hoy al 70% de su población inmunizada contra la covid-19. La campaña empezó el 27 de diciembre de 2020 con dosis de Pfizer y BioNTech, a las que luego se sumaron las de AstraZeneca, Moderna y Janssen. Los primeros en recibir la vacuna fueron los mayores que vivían en residencias, pero hoy se vacuna a toda persona mayor de 12 años. 

Los países más cercanos a España, como Italia, Francia o Alemania, han conseguido apenas superar la barrera del 60%. Tampoco alcanzan a España países que empezaron antes su campañas de vacunación como Estados Unidos, Israel o Reino Unido. La reticencia de la población a vacunarse ha sido la principal causa de ese frenazo, algo que no ha ocurrido en el caso español. 

Aún así, el país no ha alcanzado la tan ansiada inmunidad de rebaño. Con 33,24 de sus 47 millones de ciudadanos vacunados, ningún Estado demográficamente similar ha logrado vacunar más rápido. Canadá sería el segundo, con un 67% de su población inmunizada.

¿Y ahora qué?

La Sociedad Española de Inmunología reconoce que el 70% de vacunación es una cifra “insuficiente” e “ilusoria”. Tanto como la inmunidad de rebaño. Según los expertos, se unen varias variables: el virus tiene múltiples variantes, la duración de la inmunidad es también variable y las vacunas no impiden que las personas se infecten y contagien. Es difícil alcanzar esa inmunidad si solo protegen del riesgo de muerte o gravedad de la enfermedad. 

Pero no todo está perdido. Para llegar a una situación en la que la inmunidad de la población sea suficiente para evitar nuevas olas de contagio, hace falta que más personas se vacunen. En eso España tiene ventaja. La población confía y respeta el trabajo de su sistema sanitario, independiente de los vaivenes políticos. Los mayores aún recuerdan epidemias anteriores, como la de la polio, que causaron estragos en el país y desaparecieron gracias a la vacunación. 

Las nuevas variantes, como la Delta o la sudafricana, son más contagiosas y aunque las vacunas protegen frente a ellas, no son tan eficaces. Tras el drama vivido en España con miles de fallecidos en las residencias de ancianos y fuera de ellas, también hay un componente solidario en la vacunación. Quien recibe la inyección se protege del virus, pero también a su entorno. 

Lo que sí parece un hecho es que el virus no desparecerá. Como las vacunas no esterilizan, la gente se seguirá infectando. Eso sí, el número de muertes desciende considerablemente si se comparan los datos de la primera ola con la quinta en España: 45.000 entre marzo y mayo de 2020 y apenas 2.000 este verano.