En julio, apareció en la ciudad de Nueva York una colección de "Friendly Fridges", creada por artistas y activistas comunitarios para proporcionar alimentos gratuitos a los residentes que luchan contra la inseguridad alimentaria durante la pandemia.

La ola se hizo sentir rápidamente en Filadelfia en agosto, cuando la propietaria de un pequeño negocio, Michelle Nelson, instaló el "Mama-Tee Community Fridge" en la intersección de la calle Séptima y la avenida Girard en el barrio Ludlow de Filadelfia.

Tras esta instalación, aparecieron tres frigoríficos más en diferentes lugares: La nevera del pueblo en la calle 52 en el oeste de Filadelfia, la nevera comunitaria de Filadelfia en el sur de Filadelfia y la nevera comunitaria de Germantown.

Ahora, la Health Partners Foundation (HPF), una iniciativa comunitaria de Health Partners Plans, anunció su asociación con Mama-Tee y su Community Fridge Project para seguir abordando la inseguridad alimentaria en la comunidad. HPF donará 20.000 dólares a Mama-Tee para proporcionar 20 neveras comunitarias a organizaciones de toda la ciudad.

Los frigoríficos se colocarán dentro de los centros residenciales de ancianos y otras organizaciones para combatir la inseguridad alimentaria crónica. Los miembros de la comunidad pueden tomar lo que necesiten de los frigoríficos, que son abastecidos diariamente con frutas y verduras de los donantes, incluyendo restaurantes locales, granjas y marcas de alimentos. Una vez instalados, estos frigoríficos podrán alimentar hasta 900 personas diariamente.

Al DÍA habló recientemente con Staci Scott, la presidenta y directora ejecutiva de HPF, para saber más sobre estos temas y por qué decidieron asociarse con el equipo de Mama-Tee.

Scott supo de Mama-Tee por primera vez a través de un informe de noticias y se intrigó instantáneamente por los hermosos refrigeradores amarillos.

"La idea de Mama-Tee es tan simple que es brillante", dijo Scott.

Uno de los principales principios de la Fundación Health Partners es abordar la inseguridad alimentaria. A través de la iniciativa, la Dra. Michelle Nelson da acceso a frutas y verduras gratis a los que más lo necesitan.

En Instagram Scott descubrió a Mama-Tee y no dudó en ponerse en contacto.

"Así que le envié un mensaje y ella respondió. El resto es historia", dijo Scott.

La realidad para muchas personas que viven en Filadelfia es que no siempre tienen los medios para acceder a suficientes alimentos para una vida sana. La inseguridad alimentaria puede ser temporal o a largo plazo, y algunos de sus factores incluyen ingresos poco fiables, costos de vida más elevados y acceso limitado a las tiendas de comestibles tradicionales.

"Lamentablemente, muchas familias tienen que elegir entre comprar alimentos o pagar las facturas, lo cual se ha visto recientemente agravado por los problemas de salud y económicos durante la pandemia. Sin embargo, la inseguridad alimentaria se encontraba en un punto de crisis en la zona de Filadelfia mucho antes de que la pandemia de coronavirus dejara sin trabajo a muchos habitantes de Pensilvania", explicó Scott.

También enfatizó que la inseguridad alimentaria se ve diferente de un vecindario a otro. Un estudio reciente de CHOP demostró que el 10% de los niños examinados en Filadelfia sufrían inseguridad alimentaria, en comparación con el 4% en los suburbios de los alrededores.

 "El estudio también encontró que más del 40% de las familias con inseguridad alimentaria vivían a más de media milla de distancia de una despensa de alimentos y no tenían un auto para llegar allí, lo que demuestra lo importante que es el acceso a los alimentos frescos", dijo Scott.

 Scott cree que abordar la inseguridad alimentaria varía según las necesidades de la comunidad, la geografía y la capacidad del vecindario. Pero, los programas de seguridad alimentaria exitosos dirigidos por la comunidad necesitan compartir ciertas características.

 Un programa exitoso necesita tener disponibles alimentos nutritivos y culturalmente apropiados, mantener la dignidad de los receptores, apoyar a los agricultores y negocios locales, regionales, de escala familiar y sostenibles, promover el acceso equitativo a los recursos, promover la buena salud y satisfacer las necesidades alimentarias de todos, especialmente de aquellos con bajos ingresos.

 Actualmente, la COVID-19 continúa limitando lo que el HPF es capaz de hacer dentro de la comunidad, pero su trabajo está lejos de haber terminado.

 "Nos centramos y seguimos centrándonos tan profundamente en los determinantes sociales de la salud y en mejorar el acceso de los miembros de la comunidad a cosas como la comida de calidad y la vivienda adecuada".