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Florencia Cuenca – Press material
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Burn, el nuevo mariachi en spanglish de Florencia Cuenca

Florencia Cuenca canta una reinterpretación, en spanglish y con la intensa emocionalidad del mariachi, de Burn, la canción del musical Hamilton.

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Una mujer toma las cartas que su amado le ha enviado y las observa. Pasa las cartas una a una y con cada carta recuerda el momento en que la recibió, lo que estaba pasando en su vida en ese momento, en la de su amado y cuando escribió la respuesta.

Hace un recuento por la historia de la relación, las señales de advertencia que recibió y no quiso escuchar, recuerda los buenos momentos juntos y llega al presente: al descubrimiento de la traición.

Es entonces cuando toma la decisión de quemar las cartas, porque quemarlas también es expulsarlo de su vida y reclamar control de nuevo.

Este es el arco narrativo de “Burn”, una de las canciones del musical de Broadway Hamilton, de Lin–Manuel Miranda, de la que Florencia Cuenca ha hecho su propia versión, con arreglos y producción musical de Jaime Lozano.

El “Burn” de Cuenca hace pensar en la manera en que uno cuenta las historias que le han calado profundamente, pero de las que uno no necesariamente recuerda cada palabra.

Lo que sucede en esos casos es que al contar la historia de la película u obra de teatro que vio, la novela que acaba de terminar de leer y aún le emociona, es que cambia los ritmos, ajusta palabras, incluye sus propias inflexiones de voz. Y al hacerlo, la persona que la oye siente su autenticidad y entonces la disfruta.

Cuenca no ha intentado simplemente volver a cantar la canción, calcada, no ha intentado imitar a Miranda. En cambio, se apropió de ella para hacer algo más. Cuenca ha entregado su cultura, su lenguaje y la potencia del vibrato del mariachi. La canción se ha visto felizmente nutrida de este ejercicio.

Gracias a la mezcla del canto, dolido, aguerrido y desgarrado de Cuenca y los arreglos para conjunto mariachi de Lozano, hay una coherencia entre los dos componentes de la canción que hace que se destaquen mutuamente.

La decisión de intervenir la letra y cantar en spanglish ha sido, también, un acierto: el spanglish es una forma de estar entre dos culturas y nadar esas aguas de la mezcla, renunciar al puritanismo, asumir que ahora se es un híbrido.

"Como inmigrante mexicana morena con acento, aún no tengo muchas opciones para ser protagonista de un espectáculo de Broadway, así que estoy trabajando para crear oportunidades para que la gente como yo para estar en el escenario. Mientras trabajo hacia ese sueño, estoy experimentando con cómo mi la educación musical mixta podría reimaginar mis canciones de teatro musical favoritas, tocando con no sólo la ‘mezcla’ de tradiciones musicales, sino también cómo una mujer inmigrante aprendiendo los sonidos de un segundo idioma al hablar", dice Florencia Cuenca.

Asumir la mezcla y reinterpretar la música íntegramente abre nuevas posibilidades expresivas y destaca aspectos que tal vez no se habían lucido tanto en otras versiones, como el desgarro de la voz.