En enero de este año salió Ojalá pase, una canción que retomaba un clásico de Silvio Rodríguez para hacer alusión al desacuerdo del grupo con el gobierno cubano y su deseo de que haya un cambio en el modelo de la isla.

A partir de ahí se desató un contra ataque del gobierno y un sentido reclamo de parte del cantautor, que durante décadas ha apoyado la revolución cubana. No obstante, su mayor reclamo fue, simplemente que no le pidieran autorización para el uso de sus versos.

El conflicto derivó en que la canción de Orishas fue retirada de todas las plataformas digitales y ahora solamente está disponible a través de cuentas alternas de Youtube.

Esa canción inicial fue grabada con la participación de Beatriz Luengo, la cantante y actriz española que es pareja de Yotuel Romero, uno de los integrantes de Orishas. En Ojalá pase era Luengo quien cantaba los versos de Rodríguez y por eso mismo –y por su cercanía al grupo– fue invitada a hacer parte de la respuesta ante el reclamo de Silvio Rodríguez y la eliminación del sencillo.

Ámame como soy yo es esa respuesta, que parece más directa hacia el gobierno que hacia el trovador, y además de la colaboración de Luengo cuenta con la participación de Ara Malikian, el virtuoso violinista libanés residente en España.

Ara Malikian es uno de los pocos instrumentistas con ese nivel de destreza y reconocimiento que se ha atrevido a poner al servicio del rock y el rap todas las posibilidades que la música académica, virtuosa, ofrece y a hacerlo en busca de una exploración estética, no solamente como una adenda a otra melodía.

En Ámame como soy yo el violín de Malikian pone un tono melancólico que contrasta con la aspereza del rap y la voz edulcorada de Luengo.

La letra, que en principio pareciera un reclamo a un amante difícil, da un mensaje directo al gobierno y a sus partidarios, en contra de la censura y una petición por que su postura pueda ser escuchada igualmente.

El gobierno me condena por pensar así
parte de mi familia ya no quiere saber ma’ de mi
mi madre tiene miedo pero me deja seguir
mi madre tiene miedo y reza antes de yo salir.

Ah, A un lado mis sentimientos,
la libertad no tiene precio
y el desprecio lo pagamos por luchar tus pensamientos
aunque me ofendas nunca perderé ña clase mi cerebro lento yo,
ah también fui como tú a primero de mayo,
los domingos hice trabajo voluntario,
ese ahora me dice, que quien me paga cuanto cobras.