Manuel Carrasco vuelve a los escenarios para recordar que “hay que vivir el momento”
El pasado domingo, desbordó el Wiznik Centre de Madrid, abarrotado por 15.000 fans incondicionales que lo dieron todo
Al cantante andaluz Manuel Carrasco le está sentando especialmente bien el retorno a los escenarios. Tras un parón forzoso por la pandemia que le afectó a nivel personal y creativo, volvió a demostrar encima de los escenarios que está alegre de nuevo, con ganas de seguir contando historias y con las cosas más claras que nunca.
El pasado domingo, desbordó el Wiznik Centre de Madrid, abarrotado por 15.000 fans incondicionales que lo dieron todo. Fue una espera eterna: los asistentes compraron las entradas hace más de dos años, cuando todavía ni se sabía lo que era el coronavirus. Carrasco les prometió que tarde o temprano retomaría la gira “La cruz del mapa”, cuyo lema es justamente lo que piden estos tiempos: “hay que vivir el momento”.
En dos noches seguidas de actuaciones, logró poner al público en pie con sus grandes éxitos. Los bailes, sonrisas y emociones marcaron su show. Por su parte, él se mostró eternamente agradecido a sus seguidores, amigos y familiares.
Fue un soplo de aire fresco que requería Carrasco, que en su recién estrenada canción “Fue”, trata el desamor y el desconsuelo. En una entrevista al diario “El País”, explicó que “hay episodios en que la vida es eso. Tampoco me voy a poner a escribir lo que se supone que debería. Es una verdad fuerte y me parecía algo sincero y visceral”.
Y es que tras veinte años de carrera –que empezó en el popular concurso televisivo Operación Triunfo-, el cantante se mantiene fiel a sus principios y compone en solitario todas sus canciones. Quiere preservar ese camino: “escribir a veces es angustioso, porque fuera tienes la presión de tener que escribir algo que esté bien, y esa chispa de que una canción buena florezca es complicado”. Además, es un inconformista nato, y no se conforma con el primer verso o acorde que surge.
Acorde con el lema estrella de su retorno, uno de los momentos más emocionantes de su concierto fue cuando tocó “Mujer de mil batallas”. Aprovechó para dedicárselo a la joven influencer Elena Huelva, enferma de cáncer que recientemente publicó el libro “Mis ganas ganan”, en que pretende concienciar acerca del cáncer en la adolescencia y ayudar a otros enfermos.
Sorprendió también que abriera el concierto presentando la nueva “Hay que vivir el momento”, inédita hasta entonces. Además, aprovechó para homenajear a su ciudad de acogida y a la que tanto cariño profesa con su “Mi Madrid”. Aunque tuvo ciertas dudas, finalmente incluyó en su repertorio “Prisión Esperanza”, una dura canción compuesta en plena pandemia, que trata la ansiedad mundial que vivimos por la cuarentena, y que dedicó a todos aquellos que perdieron seres queridos por el maldito coronavirus.
Para cerrar, aportó su dosis de amor con “Qué bonito es querer”, que acompañó con una lluvia de globos caídos desde lo alto del escenario. “Echaba mucho de menos esa adrenalina que no encuentras en otro lugar”, reflexionó sobre su regreso a los directos. Pero recordó: “este profesión te da mucho, pero también te quita. Requiere sacrificio, porque al final no sabes separar lo personal de lo profesional. Esto es 24 horas al día, sobre todo cuando es algo que te apasiona y lo que estás enseñándole a la gente eres tú y es tu vida”.
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