El Servicio de Parques Nacionales ha estado abriendo de manera gradual partes de la Estatua de la Libertad desde la pandemia. La plataforma de observación en el pedestal de la estatua se reabrió en julio de 2021, pero la corona se había mantenido fuera de los límites hasta la fecha.

Desde este momento todos los interesados en disfrutar la vista de Nueva York desde la corona, podrán hacerlo si planean su visita con antelación y separan las entradas por internet o por teléfono. 

En este momento, se encuentran agotadas las entradas hasta la primera semana de noviembre.

"Debido a su extrema popularidad, las entradas para la corona deben reservarse antes de la visita", afirma el sitio de la Estatua de la Libertad del Servicio de Parques Nacionales. "Hay un número limitado de entradas a la corona por día".

Los visitantes que quieran llegar a la corona de la Estatua de la Libertad, primero deberán llegar al pedestal de la estatua, al que se puede acceder en ascensor o por una escalera de 215 escalones. Desde el pedestal, hay que subir 162 peldaños por una estrecha escalera de caracol de doble hélice, que ofrece una visión única de los huesos interiores de la escultura.

El sitio web del Servicio de Parques Nacionales también menciona que "la subida es extenuante", y desaconseja la visita a aquellas personas que padezcan problemas cardíacos o respiratorios, de movilidad, claustrofobia o vértigo. 

Los billetes para adultos, que incluyen un viaje en ferry desde Nueva Jersey o Nueva York, cuestan 24,30 dólares. La mayoría de los viajes incluyen también una parada en el Museo Nacional de la Inmigración de Ellis Island.

La estatua, cuyo título formal es "La Estatua de la Libertad iluminando al mundo", fue un famoso regalo del pueblo de Francia a los Estados Unidos. El mes de octubre ha sido históricamente un momento importante para la estatua: Fue dedicada en ese mes en 1886, y en octubre de 1924, el presidente Calvin Coolidge la declaró monumento nacional, de acuerdo a información de npr.