Cartagena de Indias es, para muchos, una ciudad de contrastes. Por un lado está la hermosa ciudad amurallada, llena de casas de colores, calles de adoquines y rodeada de altos edificios blancos frente al sonido del mar. Pero por el otro se asoma un Cartagena más real, llena de los ciudadanos de común casas un poco menos ostentosas pero también con una gran historia por contar.

Del “pie de la popa pa’ allá”, como dicen los locales, hay muchos lugares que cada día adquieren mayor reconocimiento por parte de los turistas, gracias a las actividades alternativas que permiten disfrutar de la ciudad desde otra perspectiva. 

Si se habla del Pie de la Popa, justo se debe empezar este recorrido alternativo visitando el cerro de la popa, una montaña que sobre su cima tiene una hermosa iglesia y convento colonial de la Orden de Agustinos Recoletos construidos entre 1606 y 1611. El claustro del convento de la Popa es uno de los más bellos de la ciudad colonial de Cartagena y de toda Colombia.

Otro paseo que se puede dar en la ciudad es el recorrido por ‘Las chambaculeras’, un recorrido en canoa decorada por el caño Juan Angola. Este proyecto está enfocado en lo social y lo ambiental, trabajando en la recuperación del caño. Además, es un aporte a la comunidad de San Pedro y Libertad, quienes prestan sus servicios como guías durante el viaje. 

Los promotores de este paso afirman que es la verdadera forma de vivir “la esencia de la verdadera Cartagena”, ya que los visitantes se embarcan desde un muelle que fue construido con ayuda de la comunidad y durante el recorrido pueden disfrutar de música local y platos típicos.

Por último, ir al Volcán del Totumo en las afueras de la ciudad también es una gran experiencia. Este “volcán” es un cono volcánico lleno de lodo, que se encuentra ubicado en la zona rural del municipio de Santa Catalina. 

Las personas que van al lugar pueden adquirir un “kit” que incluye sumergirse en el volcán de lodo para cubrir toda su piel con una sustancia llena de fantásticos minerales y, luego de unos 20 minutos, limpiarlo en las aguas de la ciénaga.