Halloween: 5 lugares históricos que fueron cementerio en Cartagena
Conoce las historias de la Cartagena antigua, llena de misterio y anécdotas.
Cartagena de Indias es una ciudad hermosa, llena de grandiosos paisajes, casas coloniales y mucha historia en cada uno de sus lugares. Entre estos lugares destacan historias de misterio que relatan cómo muchos lugares que han sido o son turísticos en la ciudad, alguna vez albergaron los cuerpos de miles de personas que murieron de las más diversas maneras.
Les presentamos el top 5 de lugares que alguna vez fueron cementerios en Cartagena de Indias:
Tres Cementerios en uno
Antes de que llegaran los españoles a América, en el centro de Cartagena habitaban los indios Kalamarí. Alrededor de los años 1500, con la llegada de los españoles, el lugar que hoy se conoce como el Museo Naval del Caribe, era un colegio de la Compañía de Jesús, los Jesuitas.
El edificio del colegio fue construido bajo el estilo colonial español de 1607 a 1617 y funcionó como tal hasta 1840, cuando la pandemia del cólera azotó Cartagena y el Colegio de los Jesuitas tuvo que ser convertido también en un Hospital Público para atender la calamidad de salud que vivía la ciudad.
El Hospital San Juan de Dios estaba diseñado para atender a las personas más necesitadas que sufrían de cólera y no tenían cómo ser atendidas. Esta enfermedad arrasó con una tercera parte de la población de la ciudad, pero las personas pobres que morían no tenían dinero para recibir santo sepulcro en el cementerio común ubicado en el barrio de San Diego, entonces eran tiradas a la fosa común del hospital, ubicada en el patio del mismo.
Visitantes del Museo Naval afirman haber sentido y visto espíritus en los pasillos del edificio colonial. Incluso, leyendas entre los trabajadores mencionan una mano esquelética que sale por los adoquines del patio (donde solía estar la fosa común del hospital) y agarrar los tobillos de las personas que por ahí caminan.
Una de las experiencias paranormales más reciente se dio por parte de una pareja ecuatoriana que visitaba el recinto en medio de un fuerte aguacero. A la espera que bajara la lluvia para seguir su recorrido por la ciudad, se dieron cuenta que un rayo de luz atravesaba una de las esculturas del salón principal, tomaron una foto para el recuerdo de ese majestuoso momento y al verla notaron a una persona ubicada en medio de la maqueta. Un hombre con aspecto de monje Jesuita, de larga túnica negra y con una vela en la mano estaba parado al lado de la torre a la que le pegaba el sol. Nadie más ha podido volver a ver a ese misterioso personaje en ninguna otra foto.
Los niños enterrados
En la época de la conquista española, entre lo que en la actualidad se conocía como la iglesia de la Tercera Orden y las viejas salas de cine del Teatro Cartagena, se encontraba el Convento de San Francisco, un lugar solemne en que durante muchos años tuvo en su patio un cementerio de niños y jóvenes españoles.
En 1555 el rey de España era el que autorizaba a los religiosos a establecerse en Cartagena de manera formal y, además, les indicaba en qué lugar podían levantar sus claustros. De esa manera, cuando Cartagena tenía 22 años de fundada, se comenzó la construcción del Convento de San Francisco.
464 años después, en 2019 se comenzaron unas nuevas obras para convertir el terreno que alguna vez fue el convento y más adelante el Teatro Cartagena en un gran hotel.
En medio de las obras, un grupo de arqueólogos descubrió alrededor de 600 esqueletos de niños en lo que solía ser el patio del convento.
Este hallazgo se debía a una costumbre de la época donde los cuerpos de los creyentes debían enterrarse cerca al altar para que sus almas pudieran “descansar en paz”. Los españoles pensaban que, si reposaban dentro del templo, los muertos estarían más cerca de Dios el día de la resurrección.
La cripta de las monjas
El antiguo claustro de las Hermanas Clarisas en Cartagena fue construido en 1621, luego que tres hermanas italianas llegaran a la ciudad para comenzar con la vida conventual. Se dice que durante los 240 años que funcionó el convento llegaron a habitar cerca de 280 monjas.
Luego de ser abandonado por las Hermanas Clarisas, el predio se fue convirtiendo en un nido de ratas en la ciudad, pues nadie velaba por su mantenimiento como solía hacerlo el convento.
En vista de esta situación, el lugar quedó bajo una ley conocida como la ‘Ley de expropiación de las manos muertas’, la cual decía que estos lugares no estaban en el mercado para ser adquiridos por civiles, por lo que eventualmente el edificio pasó a manos del estado que decidió convertirlo en el Hospital Santa Clara, para poder atender a los enfermos más pobres de la ciudad.
Cuando se hizo la expedición para la reestructuración del convento en hospital, se encontraron con que en el salón contiguo a la capilla había una cripta con los cadáveres de las monjas que habían fallecido dentro del convento.
La cripta era el lugar donde se enterraban a las monjas que pasaban “a mejor vida”. Las Clarisas eran mujeres activas y saludables, por lo que se dice que los cadáveres debían pertenecer a mujeres mayores entre los 80 y 90 años en su mayoría.
Actualmente, la cripta de las Hermanas Clarisas se encuentra abierta al público de 3 p.m. a 5:30 p.m. en el bar El Coro del Hotel Sofitel Legend Santa Clara. Al caer la tarde todos los días se celebra el ritual de las velas, momento donde los mayordomos del hotel se visten con túnicas de monjes y recorren los pasillos encendiendo todas las velas hasta llegar a la cripta, donde cada noche prenden un altar en memoria de las Hermanas Clarisas que allí fallecieron.
El cuerpo del esclavo de los negros
San Pedro Claver fue un misionero y sacerdote español que llegó a Cartagena en 1610, lugar donde dedicaría su vida a aliviar el sufrimiento de los esclavos negros que llegaban para ser vendidos en el puerto de la ciudad.
Para la época, se pensaba que las personas negras no tenían alma, pero Pedro Claver trabajó hasta su último día de vida para darles una mejor vida fuera de las familias españolas que los esclavizaron. Por ello, este hombre fue santificado y declarado como “defensor” de los esclavos en 1985.
Actualmente, el cuerpo de San Pedro Claver se encuentra en el altar mayor de la Iglesia de San Pedro Claver en Cartagena de Indias. Un espacio abierto donde todos los visitantes pueden observar los restos del esclavo de los esclavos.
Colegio con cadáveres
El antiguo Colegio de la Presentación era uno de los mejores colegios católicos de la ciudad de Cartagena que tuvo que cerrar sus puertas en 2014 debido a una fuerte crisis financiera.
La casa del colegio, con sede en el centro amurallado, es un museo donde actualmente se desarrollan las clases de la Universidad Autónoma de Nariño.
Cómo muchos otros colegios católicos se dice que la presentación también era un cementerio ya que a través de la historia a las monjas se les enterraba en la casa donde vivían más cerca de Dios
En esta gran casa, que en la época colonial fue casa del Virrey de turno, se encuentra también el Pozo de Noria, del cual todavía brota agua pura, y que, según afirman varios trabajadores del lugar, el pozo funcionó como túnel de escape en tiempos de guerra y puede conducir directamente hasta la isla de Tierra Bomba.
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