Palenqueras, un icono histórico y cultural de Cartagena de Indias
Las palenqueras son uno de los símbolos que acompaña la cultura cartagenera.
Al llegar a Cartagena de indias es casi imposible no encontrarse con una Palenquera vendiendo frutas en el Centro Histórico. Y es que, estas mujeres llaman mucho la atención con sus vestidos de colores y sus poncheras llenas de frutas como mangos, bananos, sandías, piñas y papayas que llevan sobre su cabeza.
Las palanqueras son un grupo de mujeres provenientes de San Basilio de Palenque, un corregimiento ubicado a 45 minutos de Cartagena que es reconocido por ser el primer pueblo de esclavos negros libre de América.
¿Qué las hace tan especiales?
Las palenqueras llevan en su sangre el legado de la cultura africana y como toda la población negra, estas mujeres también son descendientes de esclavos en la época de la colonia española, herederas de esclavos cimarrones cautivos que a fuerza de lucha y tenacidad ganaron su libertad escapando a lugares alejados.
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Los africanos que escaparon del yugo español, se fueron a lugares montañosos, alejados y de difícil acceso. Protegidos por la geografía y su sed de libertad, estos hombres y mujeres crearon los “Palenques”, unas fortalezas dónde pudieron mantener sus costumbres, tradiciones y por sobre todo: ser libres.
La cultura de Palenque es única, este pueblo además de transmitir recetas de generación en generación, cuenta con su propio dialecto y con festivales como el de Tambores, que atrae a miles de visitantes cada año.
Actualmente, algunas de estas mujeres viajan diariamente desde sus casas en Palenque a Cartagena, otras, han decidido migrar por completo a la ciudad, porque siempre han sido bien recibidas y además cuentan con más oportunidades de trabajo, que les permite dar una mejor calidad de vida a sus familias.
¿Dónde encontrar a las palenqueras?
A las mujeres palenqueras se les suele ubicar con facilidad en los lugares turísticos como la playa, el Castillo de San Felipe, la Torre del Reloj y en plazas y parques del Centro Histórico, como la Plaza de Bolívar, la Plaza San Pedro Claver; también a las afueras de la Iglesia Santo Toribio, transitando las calles o sentadas en las esquinas, en grupos pequeños con sus largas faldas que llaman la atención por sus colorines y sus tazones llenos de frutas o dulces.
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