Barcelona levantó hace dos años el primer edificio de vivienda pública construido con contenedores marítimos. Y ahora, la Unión Europea le ha dado a este proyecto y a otro de azoteas ajardinadas el premio Nueva Bauhaus Europea. Se trata de dos trabajos que crean formas de vida “bellas, sostenibles e inclusivas”. 

El edificio tiene 12 viviendas de una o dos habtaciones que se pensaron para dar alojamiento temporal a familias que han sufrido un desahucio y están a la espera de un piso definitivo. El Ayuntamiento de Barcelona los define como Alojamientos de Proximidad Provisionales (APROP). 

El premio de Nueva Bauhaus Europea es un proyecto con el que la UE quiere dar impulso a la sostenibilidad sin perder el estilo y la belleza. El objetivo es que la transición verde pueda alcanzar varios sectores de la economía y el de la construcción es el que más contamina del mundo. Emite el 39% del dióxido de carbono.

La UE considera que los APROP son “una solución de vida modular, adaptable y móvil”. Los contenedores marítimos no quedan a la vista. Un equipo de arquitectos los diseñó con un aislamiento interior y exterior, de manera que se ve un edificio de viviendas convencional. Además, la fachada combina policarbonato y madera, con lo que se mejora su aislamiento térmico y por tanto, reduce el consumo de energía. 

El edificio supera el nivel máximo de calificación sostenible de edificios y el coste de construcción fue de 940.000 euros (1.100.000 dólares). En año y medio, el Ayuntamiento de Barcelona dispone de vivienda social que normalmente tardaría entre seis o siete años construir. Aunque al principio se hablaba de que serían pisos temporales, es probable que para muchos sean su destino definitivo.