Coronavirus y Censo 2020: un nuevo riesgo
En medio de la pandemia del COVID-19, el conteo nacional podría verse gravemente afectado.
El rápido desarrollo de los hechos con respecto a la pandemia mundial del coronavirus han obligado a los gobiernos de más de 140 países a improvisar en, bueno, prácticamente todo.
En Estados Unidos, por ejemplo, las medidas de prevención y control del aumento de los casos ha variado de estado en estado, yendo desde la suspensión tímida de algunos eventos al cierre masivo de establecimientos.
Pero la falta de un plan de contingencia y control sólido –en especial en un país cuyo sistema de salud neoliberal no permite gran apertura de opciones– es cada vez más evidente.
Citando las palabras de la columnista del New York Times Ellen Barry, lo que se percibe a nivel nacional es el desarrollo de una salud pública, “American style”.
El desligamiento de las decisiones del poder federal de las políticas de los gobiernos estatales ha dejado “un vertiginoso mosaico de decisiones locales, ya que la mayor cuarentena en la historia reciente de los Estados Unidos se produjo de manera vertiginosa y poco sistemática”, explica Barry.
“Aunque este país tiene una autoridad pública central para el manejo de las enfermedades infecciosas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la agencia federal no puede involucrarse sobre el terreno a menos que sea invitada por los estados o los municipios,” agregó.
Ahora bien, si esa es la situación en las agencias directamente involucradas en el manejo de la epidemia, las otras dependencias afectadas por las medidas públicas seguramente estarán enfrentando situaciones igual de complicadas.
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Entre ellas, las encargadas del Censo 2020.
Tras más de un año de luchas legales por intentar introducir la pregunta de ciudadanía en el censo del 2020, la Administración Trump ahora se encuentra ante un reto mucho más grande: asegurar a los ciudadanos que serán contados, tal y como les corresponde por derecho.
“Debemos cumplir con nuestra obligación constitucional de entregar los recuentos del Censo 2020 al Presidente de los Estados Unidos en el plazo previsto, y debemos adherirnos a nuestra tarea principal de contar a todos una vez, sólo una vez, y en el lugar correcto”, dijo la Oficina del Censo en un comunicado oficial, asegurando que “nunca ha sido más fácil” responder a las preguntas desde el hogar, bien sea en línea, por teléfono o por correo postal.
“Estamos animando a todos a responder en línea tan pronto como reciban su invitación con las instrucciones proporcionadas para ir en línea,” agregó. “Las instrucciones incluyen la dirección web para el cuestionario en línea en inglés, así como dónde responder en línea en 12 idiomas adicionales - asegurando que más del 99% de los hogares de los Estados Unidos puedan responder en línea en su idioma preferido.”
De igual manera, y según reportó NPR, la Oficina ha decidido retrasar las primeras rondas de puerta en puerta de los trabajadores al menos hasta las primeras semanas del mes de abril, y la confirmación del contagio de uno de sus funcionarios ha empeorado el miedo de los ciudadanos.
Si ya de por sí comunidades frecuentemente pasadas por alto o mal contadas por la Oficina –como los hispanos y los afroamericanos– desconfiaban del sistema, ahora abrir las puertas a un extraño en medio de una pandemia puede ser mucho más enajenante.
“El coronavirus no sólo podría afectar a los censistas y a las personas que están tratando de contar, sino que podría poner en peligro aún más un censo que ya se enfrenta a enormes desafíos para un recuento preciso,” explica el New York Times, quien además agrega que la urgencia de reestructurar las campañas planificadas hace tiempo podría impedir un conteo adecuado y “que las comunidades obtengan los dólares federales y la representación política” adecuados.
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