Sam Varela es una productora latina que decidió no perseguir la tradicional gallina de los huevos de oro de Hollywood, sino que canalizó su pasión y talento hacia una nueva frontera. Tomó su entusiasmo por la comedia digital interactiva y espera convertirla en un lugar de encuentro para un mundo que aún está lidiando con la pandemia de Covid-19.

El enfoque de Varela sobre la identidad latina, el colorismo y la raza -que todo el mundo puede ver en publicaciones del blog como A Chicana’s Ongoing Journey To Leave White Supremacy Behind- se centra en su política y su amor por la comedia. 

Su primera incursión en el mundo de la comedia se produjo en 2008, cuando entrevistó a comediantes para la emisora de radio de su universidad, la Universidad de California en Irvine. Ahora, tras doce años en el negocio, es una experimentada productora que convierte nuestra entrevista en una sesión de stand-up comedy.

Empezaste haciendo entrevistas a cómicos y ahora te hacemos la entrevista a ti en una sección de humor, siento que por ahí hay una punch line.

 Empecé a entrevistar a cómicos cuando era fácil. Eran más accesibles, así que estoy muy agradecida de haberme metido en la comedia en esa época porque pude conocer a muchos cómicos increíbles que se convirtieron en estrellas de cine o autores de best-sellers. Me alegro de haber podido conocer a esos artistas cuando todavía eran accesibles.

La comedia ha sido salvadora en algunos aspectos. He estado sola gran parte de mi vida y la comedia ha sido importante para mí en general para establecer un sentido de mí misma. Recuerdo concretamente que en el instituto descubrí Mr. Show with Bob and David, un programa de la HBO que tenía mucha influencia, y eso fue lo primero que solidificó mi gusto por la comedia y la hizo accesible.

Hoy en día existen muchas formas de trabajar e involucrarse con la comedia. Creo que la mayor parte de mi viaje ha sido lidiar con las cosas que no quiero hacer.

 Me gusta poder disfrutar de muchos tipos de comedia. En realidad, lo único que haría que dejara de gustarme la comedia de alguien sería la intolerancia o los insultos raciales. Pero aparte de eso, siempre intento ser muy receptiva. Me gusta cuando la comedia se limita a hablar de las cosas que son inverosímiles de nuestra sociedad.

 Hay tantas formas de hacer comedia que no me gustaría establecer un límite, ya sea visual, con una escritura muy fuerte de un chiste tras otro o con una larga historia que al final lo ata todo.

 Mis principales fuentes son Twitter y los podcast, que suelen tratar las noticias desde la perspectiva del presentador. Me encantan los comediantes políticos, pero prefiero cuando la gente llama la atención sobre los disparates que suceden en nuestro sistema político estadounidense y de los que se supone que no se debe hablar.

 Mi ejemplo favorito de humor basado en Trump es Anthony Atamanuik, que tenía un increíble programa de televisión en Comedy Central llamado The President Show. En el que todo el programa se basaba en su imitación del presidente, que era a la vez muy precisa y muy veraz.

 Cuando Bernie Sanders estaba en la carrera había otro comediante llamado James Adomian que hace una increíble imitación de Bernie. Ambos artistas hicieron muchos espectáculos juntos fingiendo cómo sería un debate entre los dos.

En realidad la comedia sigue estando muy segregada. Por supuesto que hay gente de todas las razas en la comedia, pero la forma en que se ha presentado tradicionalmente en la televisión o en los clubes de comedia, con jerarquías, hace que la raza esté segregada.

Los espectáculos en los que se mezcla mucha gente se producen de forma independiente. La comedia institucional sigue estando separada, con gente que sigue haciéndose pasar por latino. Es común que los principales clubes de comedia tengan algo llamado “Viernes de Frijoles”.

Como productora, me gusta tener gente de todos los orígenes culturales posibles todo el tiempo. La mayoría de la comedia que se nos presenta suele ser de hombres blancos.

 La comedia es un buen género para presentar nuevas ideas a la gente. Es menos intimidante que leer el libro de alguien. Gabriel Iglesias es un buen ejemplo de alguien que no es menos latinx pero que sigue siendo aceptado por el mainstream. Latin History for Dummies es otro gran ejemplo. Simplemente te da opciones para seguir averiguando. Ambos son buenos ejemplos de por qué es importante insistir en la mezcla de artistas.

A veces todavía ven la diversidad como una cuota o algo para atraer a la gente. No creo que la gente de arriba entienda la influencia que tendría tener más voces como nación. En cierto modo, Estados Unidos sigue estando culturalmente segregada. No estamos abiertos a nuevas ideas: tendrás más opciones.

Haré todo lo posible por mezclar voces. Espero que podamos llegar a la cima para tener allí a alguien que conozca la importancia de no sólo tener otra cara en el programa, sino tener a alguien con algo importante que decir de forma divertida.

Todo el arte de la comedia consiste en tomar un pensamiento que puede ser inflamatorio o polarizante y encontrar una manera de hacerlo gracioso y agradable. Siempre que algo sea gracioso puede hacerles un pequeño “click”.

Quiero transmitir mi mensaje, más diversidad e igualdad, pero personalmente no me parece que la fama sea genial. No quiero que se vigile mi vida personal. La fama es una experiencia muy específica y sólo espero que la gente que la consigue sea realmente consciente de que puede ser mortal y una gran responsabilidad.

 Ha sido muy interesante. En el nivel más alto todavía está controlado por los hombres, pero en otro nivel hay muchas mujeres que se están convirtiendo en productoras, agentes, publicistas... Así que es agradable no sentirse tan sola.

Es algo muy comentado el ver a una persona de color siendo asistente, pero no el gerente. También se puede ver a muchos hombres consiguiendo trabajos por encima de las mujeres. Eso se debe a que los espacios principales siguen estando dominados por hombres con formas anticuadas de hacer negocios. Sentí que tenía que sacrificar algunas de mis cualidades femeninas para ser “mejor trabajadora” a los ojos de esta gente.

Me apasiona la comedia en línea. Es muy triste ver cómo se abren clubes ilegales por todo el país en los que no todo el mundo puede participar. Muchos cómicos no entienden su privilegio de poder actuar mientras otros no pueden. Gente que piensa que si están fuera un tiempo serán olvidados.

 Por eso me gusta tanto la comedia digital, porque permite a los cómicos estar conectados con el público. Cuando se hace bien, puede ser tan divertido como un espectáculo de comedia en la vida real e incluso mejor. Puedes llegar a gente de todo el mundo. Es menos limitado.

Es un espectáculo semanal que nació el año pasado en marzo en algo llamado Quarantine Comedy. Era una recaudación de fondos para la ayuda mutua pero eventualmente seguimos haciéndolo.

Estuvimos haciendo shows de comedia durante Black Lives Matter, cuando Trump se contagió de COVID y cuando fue impugnado por primera vez. Terminó siendo catártico y útil para la salud mental de la audiencia, así como para los anfitriones. El mero hecho de escuchar a un comediante hablando de absurdos fue muy beneficioso.

En 2021 volvimos con la mentalidad de no saber cuánto tiempo va a durar esto, enfocadas en alcanzar una comunidad y una plataforma para ser divertidas. También para tener una hora diaria separada para el mundo, separada de las tensiones, un lugar para relajarse. Sorprendentemente, nadie ha utilizado ese nombre y esa es la esencia de lo que trata el programa: una hora de autocuidados.