Cuando se piensa en las mejores naciones para competir en atletismo, es probable que Colombia no sea el primer, segundo o tercer país que venga a la mente.

Antes de Tokio 2020, el país sólo había ganado tres medallas de atletismo desde su debut en los Juegos Olímpicos de Verano de 1932 en Los Ángeles.

La cuenta es ahora de cuatro, ya que el velocista Anthony Zambrano ganó la medalla de plata en la final masculina de 400 metros en Tokio.

Con este triunfo, Zambrano es también el primer colombiano que se lleva a casa una medalla olímpica de atletismo.

La primera medalla de atletismo de la historia se produjo 60 años después del debut del país en los Juegos Olímpicos. 

En los Juegos de Barcelona de 1992, el país confió en Ximena Restrepo, de 23 años, que compitió en la final de los 400 metros femeninos de aquel año.

Restrepo había llegado a los Juegos de 1992 como ex campeona sudamericana y júnior en 1987, medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 1991 y medalla de oro en los 400 metros femeninos de los Juegos Iberoamericanos del mismo año de Barcelona.

Estaba confiada, pero sabía que tenía que dar lo mejor de sí misma para competir con las mejores del mundo.

Al final, eso fue lo que dio Restrepo, que acabó tercera, por detrás de la francesa Marie-José Pérec, primera, y de la del Equipo Unificado, Olga Bryzgina, segunda, con un tiempo de 49.64.

El tiempo sigue siendo el mejor de la historia en 400 metros para una mujer de Sudamérica y consolidó a Restrepo en la historia del continente como una de sus mejores velocistas.

Para Colombia, ganó la primera medalla de atletismo del país en los Juegos Olímpicos y se convirtió en la primera mujer colombiana en ganar una medalla olímpica.

Restrepo no sería superada hasta los Juegos de Londres 2012, cuando Caterine Ibargüen se llevó a casa una medalla de plata en el triple salto. Ibargüen siguió esa actuación llevándose a casa un oro en el triple salto en los Juegos de Río 2016.

Pero en la pista, 29 años después del histórico triunfo de Restrepo, Zambrano siguió sus pasos en la final de los 400 metros lisos masculinos en Tokio a la misma tierna edad de 23 años.