No es sorpresa para nadie que la Reforma Fiscal es un acuerdo hecho a la medida de quienes ahora dirigen el país.

Considerada “la modernización del código fiscal más radical en tres décadas”, la Ley Fiscal de los Republicanos recorta los impuestos de las grandes corporaciones y de los estadounidenses con mayor ingreso económico en un 15%.

Los más inquisitivos nos preguntábamos desde hace meses cuánto ahorrará la familia presidencial con este bono gestado en casa, y el Center for American Progress (CAP) ha decidido respondernos la pregunta.

Según el grupo de expertos, los nuevos cambios fiscales podrían ahorrarle al presidente entre 11 y 15 millones de dólares al año, mientras que la enmienda al impuesto estatal (el impuesto sobre herencias) le ahorrará a sus hijos unos 4.5 millones.

Considerando la última declaración de impuestos disponible del Presidente (que data del año 2005), Trump debió pagar hasta 31 millones de dólares en impuestos tan sólo en el impuesto alternativo. Bajo la nueva reforma, el Presidente se ahorrará esos 31 millones, según el análisis del Washington Post.

Asimismo, gracias al cambio en el impuesto de empresas, el magnate ahorrará por lo menos 9 millones.

“No estoy ni siquiera al tanto de una sola cláusula en la ley que le afecte a él o a su familia, más allá del cambio en la deducción fiscal estatal y local”, dijo Daniel Shaviro, profesor de impuestos en la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York, quien trabajó para el Comité Adjunto del Congreso en Impuestos durante la última gran revisión fiscal del país en 1986.

A pesar de que a estas alturas es imposible determinar cuánto dinero ahorrará el Presidente actualmente – considerando que es el primer presidente en 40 años en negarse a hacer pública su declaración de impuestos – la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders aseguró el pasado martes que Trump recibirá “un duro golpe” en sus finanzas personales.

Pero toda evidencia indica lo contrario.

La revista Forbes reportó el pasado mes de octubre que Trump es una de las personas más ricas en el país, con un valor neto de 3 mil millones de dólares, y su nueva ley reduce los impuestos a las personas más ricas de 39.6% a 37%, lo que indicaría una ganancia inmediata para el hombre que dirige al país.

De igual forma, si bien los republicanos y el mismo presidente han vendido la nueva Reforma Fiscal como una fuente de trabajo e impulso económico para la clase media, su empresa personal, la Organización Trump, es considerada una entidad de doble imposición fiscal, que también se verá beneficiada por los recortes sin necesidad de aumentar su plantilla laboral.

Junto con el presidente, el secretario de comercio Wilbur Ross, la administradora de la Small Business Administration Linda McMahon, la secretaria de educación Betsy DeVos, el secretario del tesoro Steven Mnuchin y el secretario de estado Rex Tillerson, se beneficiarán en conjunto de unos 4.5 millones de dólares de los cambios al código fiscal, según reportó el diario The Guardian.