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Una mujer participa en un acto en contra la reforma fiscal republicana junto al Capitolio de Washington DC (Estados Unidos) el 15 de noviembre de 2017. Además de no contar con el respaldo del Partido Demócrata, la prometida reforma fiscal de Trump, la más profunda desde la década de 1980, enfrenta estos días sus primeros obstáculos legislativos por las diferencias en el seno de la mayoría republicana en el Congreso. EFE/MICHAEL REYNOLDS
Una mujer participa en un acto en contra la reforma fiscal republicana junto al Capitolio de Washington DC (Estados Unidos) el 15 de noviembre de 2017. Además de no contar con el respaldo del Partido Demócrata, la prometida reforma fiscal de Trump, la…

5 cosas que debes saber hoy sobre la Reforma Fiscal

Hoy es el día más importante en la querella de la Reforma Fiscal Republicana, y nosotros te explicamos cómo se llegó hasta aquí.

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Después de años promulgando la urgencia de una reforma fiscal en Estados Unidos, los miembros del partido Republicano – con mayoría en el Senado, en la Cámara y un presidente que ha monopolizado las labores de la bancada – han llegado finalmente a una propuesta más o menos clara de su Reforma Fiscal, después de meses de debates y una guerra civil interna.

Este jueves, la Cámara de Representantes votará para aprobar o rechazar la propuesta fiscal, antes de reconciliarla con la propuesta del Senado, y el resultado podría cambiar de manera importante la economía del país. Es por ello que queremos explicar algunos datos clave:

¿Cómo llegamos hasta aquí?

El pasado mes de julio, los miembros del GOP desvelaron su proyecto presupuestal para el 2018 ante la Cámara de Representantes, exponiendo su meta última de reformar el sistema fiscal estadounidense.

Tras doce horas de debate, el plan – bajo el título de Building a Better America – fue aprobado, autorizando entonces su paso al Senado para ser sometido de nuevo a votación.

El proyecto propone equilibrar el presupuesto federal al recortar los gastos y reformar el gobierno, con la promesa de “lograr un crecimiento exponencial de la economía”.

Según reportaba CNN en el momento, “el presupuesto del 2018 sería un vehículo para cambiar los impuestos. De la misma manera que plantearon en su programa derogar Obamacare en el presupuesto del 2017, los dirigentes del GOP están utilizando una herramienta presupuestaria denominada ‘reconciliación’ para aprobar la legislación fiscal en el Senado con una mayoría simple”.

Y eso fue, precisamente, lo que sucedió el pasado jueves 19 de octubre.

Como reportó el Washington Post, el Senado aprobó el presupuesto republicano, permitiendo al GOP utilizar una maniobra de procedimiento para aprobar la legislación fiscal a través del Senado con 50 o más votos, despejando la necesidad de cualquier tipo de apoyo por parte de los senadores Demócratas.

Y es que los Republicanos no pueden recortar impuestos sin primero lograr aprobar la resolución presupuestaria, y es por ello que todos sus esfuerzos se han centrado en lograr que esto sea lo primero en ser aprobado.

Al mismo tiempo, y como continúa el Post, al acordar un “recorte fiscal masivo”, los republicanos del Senado han desplazado oficialmente al partido lejos de su “meta prometida” de asegurar que el “proyecto fiscal no aumentaría el déficit”.

“La Casa Blanca y los Republicanos de la Cámara habían prometido que los recortes fiscales se compensarían con los ingresos provenientes de la eliminación de ciertas deducciones, pero esa no es ya la meta del GOP. Por el contrario, han abandonado la ortodoxia tradicional del partido frente a la reducción del déficit y están buscando una victoria política tras meses de frustraciones en Capitol Hill”.

¿Qué propone la Reforma Fiscal?

Después de meses de debates, el pasado 2 de noviembre, el GOP desveló su proyecto de reforma fiscal definitivo, promoviéndole como “la mejor solución para la clase media estadounidense”. La propuesta promueve el impulso económico a través de los recortes de tasas corporativas de 20 a 35%; impuestos de sólo un 10% mínimo global en las ganancias de ultramar y la eliminación del impuesto mínimo alternativo que imponía un pago más alto a las familias de mayor ingreso económico. Pero no todo lo que brilla es oro: las deducciones hipotecarias se verán reducidas a 500.000 dólares y las deducciones de propiedad llegarán tan sólo a 10.000, dando un fuerte golpe a la industria inmobiliaria. Asimismo, el plan Republicano plantea la eliminación de las deducciones en gastos médicos; las universidades privadas deberán empezar a pagar impuestos sobre inversión a través de un impuesto especial incorporado y las farmacéuticas que trabajan en investigación de enfermedades raras ya no gozarán de los beneficios del crédito fiscal, lo que les hará muy cuesta arriba seguir su trabajo.

¿Cómo logra afectar el Obamacare?

Según explicó el Washington Post, la propuesta republicana también plantea rescindir lo que se conoce como “mandato individual” (individual mandate), una medida que le quitará la cobertura médica a millones de personas y “desestabilizará los mercados de Obamacare”. La medida es fundamental para recuperar el dinero de los recortes fiscales corporativos y de las personas con grandes ingresos. Según el Center for Budget and Policy Priorities, esta eliminación implicará la caída de las inscripciones en la cobertura médica, aumentando la incertidumbre y la confusión, y “reducirá el número de personas dentro de las coberturas médicas en el empleo, evitando que las personas saludables se apunten al Medicaid antes de enfermarse”. Según continúa el Post, el mandato individual obliga a las personas a asegurarse, amonestando a quienes no lo hagan, y eliminarlo supondrá “la liberación de hasta 300 mil millones de dólares en financiamiento gubernamental en la próxima década, pero también conllevará a 13 millones de personas sin seguro médico”.

¿En qué difieren las propuestas del Senado y la Cámara?

Las diferencias son sustanciales: la Cámara propone 4 tasas fiscales, el Senado propone 7; ambas deducciones fiscales aumentan en casi el doble en cada propuesta; ambas aprueban la desaparición de la Deducción Estándar Adicional; el Senado mantiene la deducción de interés hipotecario en  1 millón pero la Cámara lo reduce a 500.000; ambas eliminan los impuestos de ingresos estatales y locales; la Cámara propone mantener la deducción fiscal de propiedades con un máximo de 10.000 dólares, pero el Senado propone eliminarlo. Finalmente, ambas propuestas eliminan el Impuesto Mínimo Alternativo (AMT) que evitaba que los ricos redujeran sus impuestos.

¿Qué sucede hoy?

Después de que el Senado aprobara su propuesta, es el turno de la Cámara de aprobar la suya, en una estrategia conocida como “reconciliación”, a través de la cual se negociará a una propuesta definitiva entre ambas cámaras que el Presidente Trump firmará finalmente, si todo sigue según las expectativas republicanas.