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Voto Latino. Foto: (ROBYN BECK / AFP / Getty Images)
Voto Latino. Foto: (ROBYN BECK / AFP / Getty Images)

Queridos Demócratas: los Latinos no podemos escucharles

El Partido Demócrata sigue empeñado en seguir estrategias vencidas en política, pasando por alto, una vez más, a una de las comunidades más importantes para…

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¿Realmente saben los Demócratas lo que los Latinos necesitamos? ¿Realmente nos están escuchando?

Esa es la pregunta que nos hacemos todos desde que Donald Trump ganara la presidencia en el 2016 (y si, quizás incluso antes, pero la urgencia de los últimos meses ha hecho que esta realidad se afiance cada vez más).

Y es que en las historias clásicas, la culpa no es sólo del villano, sino de quienes se rehúsan a oponérsele teniendo las mejores herramientas a la mano.

Hace algunos días hablábamos de los hallazgos de un estudio financiado por el Partido Demócrata sobre la postura de los votantes Latinos ante sus propuestas políticas.

La conclusión no es sorprendente: los Latinos no están seguros de votar por los Demócratas y, ante la falta de una opción tangible, algunos prefieren incluso no votar en lo absoluto.

La historia se repite, y con ella los errores

Pero no seamos tan duros. El Comité Nacional Demócrata ha nombrado a un nuevo director de comunicaciones hispanas la semana pasada para intentar reformular sus estrategias de captación en la comunidad Latina, según reportó NBC News.

En su nuevo puesto, Enrique Gutiérrez parece estar claro en los desafíos de los próximos meses, en especial después de su experiencia personal como Latino en el país.

Según explicó al medio, Gutiérrez “ha sido testigo de primera mano de cómo las políticas pueden tener un impacto personal en la movilización” dentro del país, haciendo eco de la “política de tolerancia cero” del gobierno y de su agenda anti-inmigrante en general.

“Era un niño de unos 8 o 9 años cuando la Propuesta 187 de California – una medida electoral que reprimió a los inmigrantes – trajo la política a las discusiones familiares en la mesa de la cocina. Sus padres, residentes legales de México en ese momento, repentinamente volcaron su atención a la política”, explica NBC.

“La Propuesta 187 cambió la perspectiva de mi familia y mi perspectiva de crecer”, dijo Gutiérrez. “Vi un cambio en ellos al reconocer que no estamos realmente a salvo”.

“Ese mismo cambio que logró una inspiración en mí es por lo que ahora estoy luchando contra la Propuesta 187 de ahora”, dijo haciendo referencia a las políticas de inmigración de la Casa Blanca.

Su misión será ahora la de comunicar de manera clara, llana y precisa lo que el Partido pretende hacer por los Hispanos y por qué esta comunidad debería apoyarles.

Pero el asunto no será tan fácil. La comunidad Latina en Estados Unidos es un segmento de la población que suele tener las manos llenas con el trabajo, la supervivencia económica, la educación de sus hijos y, ahora, el deber sortear el racismo y la xenofobia latente en el país.

Conseguir llamar la atención de esta población, que tiene muy poco tiempo que dedicar a Washington, es clave para el Partido.

Para José Parra, fundador de la firma de consultoría política Próspero Latino, los Demócratas “deben dejar de considerar a los votantes latinos como una entidad garantizada en lugar de un electorado que necesita reclutamiento”, dijo al medio.

Cambiar el mensaje y el canal

La antigua estrategia de lanzar el mensaje al vacío esperando que alguien lo recoja es precisamente lo que Parra considera que debe cambiar, y transformarse en un mensaje “accesible, específico y genuino”.

En un momento político donde el cambio es la regla y donde la transformación de estrategias es una urgencia, el Partido Demócrata pareciera estar pasando, paradójicamente, por una crisis de espíritu.

Así lo explicó Tom Steyer, el multimillonario de fondos de cobertura convertido en activista político de izquierda, durante la conferencia anual de la Netroots Nation.

Según reportó la BBC, Steyer hizo evidente que el establishment Demócrata en Washington no está escuchando a sus votantes ni tiene claro lo que sus partidarios necesitan.

“No veo una sola cosa constructiva saliendo de Washington. Ni una sola”, aseguró.

Para el activista, el problema no es sólo Donald Trump y su séquito de seguidores, sino la ausencia de un programa antagónico que realmente funcione y que no transforme a “rojos” en “azules” sino, como dijo la presidenta de Democracy in Color, Aimee Allison, transformarles de “no votante” en “votante”.

A diferencia de lo que muchos anticipan, el Partido Demócrata no tiene ánimos de decantar en una guerra interna entre las posturas, sino está decidido a buscar la opción más productiva para llegar a un público que se cansó de esperar un mensaje en su propio idioma.

Campañas y victorias como la de Alexandria Ocasio-Cortez demuestran que la manera no es dividiendo el Partido entre los centro-conservadores y los más inclinados a la izquierda socialista, sino adoptar el modelo “visionario” y “atrevido” de políticas hechas en la calle, de la mano de las personas que realmente pueden lograr un cambio.