Luego de medio siglo de distanciamiento con Cuba y de los aún recientes esfuerzos del expresidente Barack Obama para impulsar una normalización de las relaciones diplomáticas con el país caribeño, parece que es hora de romper definitivamente el hielo.

Eso piensan en Harrisburg los miembros de la Junta de Control de Licores de Pensilvania, dueña de más de 600 licoreras en el estado, quienes desde hace pocos días trabajan en una solicitud ante el Departamento de Tesoro para abrirle las puertas a la importación de uno de los productos más atractivos de Cuba: el ron.

Según ABC News, hay razones para creer que las intenciones de la Pennsylvania Liquor Control Board tengan feliz término, desde que Obama iniciara el restablecimiento de las relaciones con Cuba, la agencia federal encargada de administrar el embargo ha emitido varias licencias para permitir el intercambio de productos y servicios entre los dos países.

Sin embargo, el reto es lograr que el más reciente viraje en la política exterior estadounidense no impida que Pensilvania se convierta en el primer estado de la unión en importar la bebida nacional del país comunista.  

De tener un feliz término, el levantamiento del embargo beneficiaría a la industria licorera de Cuba, que exporta su ron a más de 120 países, pero que tiene las puertas cerradas del mayor mercado consumidor de esta bebida, Estados Unidos.