Un Distrito Escolar con más del 55 por ciento de estudiantes latinos, un porcentaje alto de deserción escolar y una comunidad deseosa de trabajar definen a Lancaster.

Este es el reto que tiene en sus manos el superintendente Pedro Rivera, quien ha implementado  iniciativas para ayudar en la solución de estos problemas.

“Si queremos que nuestro jóvenes tengan éxito en la vida debemos crear clases que sean atractivas y que los preparen para su futuro inmediato. Por ejemplo, si quieren llevar clases para una profesión técnica en las mañanas y después en otro horario las clases regulares que necesita para graduarse e ir a la universidad”, dijo Rivera.

“Visitaremos a los padres cuando los hijos falten a la escuela para explicarles en sus propios idiomas que las consecuencias de no atender las clases serán mandarlos a las cortes judiciales”, dijo Rivera, quien esta a cargo de este Distrito Escolar de 12 mil estudiantes.

“Los resultados serán los que nos digan sí estamos haciendo bien. De alguna manera tenemos que hacer que los padres y sus hijos sean responsables de sus actos”, señaló sobre esta iniciativa.

Rivera impulsa una especie de academia dentro de las escuelas para que los padres también se eduquen. Algunos pueden aprender computación, GED y otro tipo de información que les permita a los padres estar al pendiente en el progreso en la educación de sus hijos, dijo.
Sobre los recuersos de financiación dijo que por el momento sólo van a utilizar las organizaciones que prestan los servicios existentes para no duplicar esfuerzos y recursos.

"Por ejemplo, tenemos a la Spanish American Civic Association (SACA por sus siglas en inglés) que ya tiene algunas clases para educar a alumnos con problemas para aprender en salones regulares. También usaremos a las organizaciones como comités de padres que hay en cada escuela, bibliotecas e iglesias para difundir cualquier información pertinente a la educación. Por lo pronto, ya están en función cuatro centros para que los padres reciban ayuda en español”.