La presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, y el presidente de la Conferencia de Liderazgo en Derechos Civiles y Humanos, Wade Henderson, instaron a la Liga Mayor de Béisbol (MLB) a reubicar el partido de “All Stars” de la temporada 2011, que se llevarán a cabo en Phoenix, Arizona, debido a la ley contra indocumentados 1070.

Una tercera parte de los jugadores profesionales que participarán en el juego el próximo año son de origen latino o afroamericano, y de acuerdo con Murguía y Henderson, podrían ser víctima de abusos por perfil racial ante la ley que criminaliza a los indocumentados y permite a la policía verificar el estatus migratorio de cualquier persona bajo “sospecha razonable”.

“Los jugadores, sus familiares, amigos y aficionados podrían entrar a un ambiente hostil  y ser tratados como ciudadanos de segunda clase por el color de su piel o la manera en que hablan”.

Además, los activistas de derechos civiles, dijeron que es “particularmente frustrante que el comisionado de béisbol, Bud Selig, se mantiene en silencio sobre la pesadilla que el juego de ‘All Stars’ del próximo año podría representar para millones de estadounidenses”.

“No pedimos a Selig que opine sobre la política de inmigración; le pedimos que tome una posición contra la intolerancia”.

Dicha reubicación no sería la primera de su clase. En 1993, la Liga Nacional de Fútbol Americano reubicó el Súper Tazón que se llevaría a cabo en Arizona, ante la negación del estado de reconocer el día de Martin Luther King Junior como un día festivo.