El presidente brasileño, Luiz
Inácio
Lula da Silva, recibió este miércoles a su homólogo sirio, Bachar Al Asad, con
el que tendrá una reunión de trabajo en la que abordarán diferentes
asuntos, entre los cuales la posible mediación de Brasil en el
conflicto en Oriente Medio.

El gobernante brasileño recibió a Al
Asad en la sede del
Ministerio de Relaciones Exteriores, en donde está previsto el
encuentro entre ambos, una reunión ampliada con algunos de sus
ministros, la firma de diferentes convenios y un almuerzo en
homenaje del visitante.

Lula y Al Asad pasaron revista a un grupo
de cerca de 100
"dragones de la Independencia", como son conocidos los soldados que
integran la Guardia Presidencial brasileña.

A diferencia de otras
ocasiones, en que esta ceremonia se produce
al aire libre y frente al Palacio presidencial de Planalto, los
soldados estaban en uno de los salones internos de la cancillería,
junto con su banda de guerra.

Al Asad llegó a Brasilia procedente
de Cuba, segunda escala de su
gira por América Latina, que también ha incluído una visita a
Venezuela y concluirá el próximo viernes en Argentina.

Los dos
mandatarios suscribirán una serie de acuerdos, entre los
cuales uno sobre transferencia de presos, un tratado de cooperación
educacional y un memorando en el área de salud.

Según el propio
líder sirio adelantó en una entrevista con un
diario brasileño, uno de los asuntos centrales que pretende abordar
con Lula es el conflicto en Oriente Medio y el papel que puede jugar
Brasil como "negociador activo" del proceso de pacificación.

"Vemos
a Brasil como una potencia emergente en el escenario
internacional", declaró Al Asad, quien dijo creer que el Gobierno de
Lula puede ayudar a "estabilizar" Oriente Medio y colaborar a que se
abran nuevos espacios para el diálogo con Israel.

Al Asad citó
como ejemplo el acuerdo, rechazado luego por las
grandes potencias, logrado por Brasil y Turquía para el intercambio
de uranio iraní poco enriquecido por combustible nuclear, que en su
opinión aún puede servir como base para negociaciones con Teherán.