El presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula da Silva, afirmó  que las ciudades más castigadas por
las lluvias de los últimos días que dejaron al menos 52 muertos en
el nordeste del país serán reconstruidas en nuevos lugares.

"No
podemos gastar el dinero reconstruyendo" en la misma zona en
que ocurrieron las inundaciones, advirtió el jefe de Estado en su
programa radial semanal.

Los alcaldes y los gobernadores tienen
la responsabilidad de
buscar lugares fuera de las áreas de las inundaciones para que
"podamos usar los recursos del gobierno federal en la reconstrucción
de las casas y de las ciudades que tienen que ser reconstruidas",
agregó Lula en su programa "Desayuno con el Presidente".

Las
autoridades municipales de al menos una de las cerca de 30
ciudades castigadas este mes por las lluvias en el nordeste, la
región más pobre del país, ya reconocieron la necesidad de
reconstruir el municipio en un nuevo lugar para evitar que la
situación se repita.

La mayoría de las ciudades afectadas,
ubicadas en los estados de
Pernambuco y Alagoas y en donde aún son buscados cerca de 50
desaparecidos, fue barrida por crecientes de ríos que dejaron un
rastro de destrucción, basuras y lodo.

Lula, quien la semana
pasada visitó las áreas inundadas, canceló
el viaje que realizaría el sábado a Toronto para participar en la
Cumbre del G-20 debido a su intención de liderar las tareas de
rescate y de envío de ayuda a los damnificados.

El presidente,
que calificó la inundación como la mayor de la
historia en la región, dijo que el Gobierno está liberando
rápidamente los recursos de ayuda, sin cumplir todos los pasos
burocráticos, ante la necesidad de atender de inmediato a los
damnificados.

Agregó que el Gobierno central dividió 550 millones
de reales
(unos 310,7 millones de dólares) entre los dos estados afectados
para que los gobernadores regionales comiencen de inmediato la
reconstrucción de las ciudades.

"Yo viajé a la región con varios
ministros para que pudiésemos
ver en el local la situación que las personas están viviendo y para
que podamos tomar las medidas más rápido de lo que la legislación lo
permite", dijo.

"Si cumplimos todo el ritual de declaración de
calamidad, de
exigencia de todos los papeles necesarios para liberar recursos,
vamos a demorar seis, siete, ocho meses para resolver el problema de
ciudades prácticamente destruidas", dijo.

"Después vamos a
contabilizar todo eso y vamos a querer
documentos que prueben dónde fue gastado ese dinero, porque no
podemos perdernos en la burocracia en tanto que miles de personas
están perdidas, sin casa, sin dirección, y las ciudades sin iglesia,
sin alcaldía sin notaría", afirmó.

Agregó que además de los
recursos ya enviados a los gobiernos de
la región para que inicien la reconstrucción de inmediato, el
Gobierno federal ofrecerá créditos por hasta 1.000 millones de
reales (unos 564,9 millones de dólares) a comerciantes y pequeños
empresarios que necesiten reconstruir sus negocios.

"Esas
ciudades tienen pequeños y grandes comercios que necesitan
volver a funcionar. Parte del comercio en las orillas de los ríos
fue extinta. Por eso es necesario que reconstruyan para que puedan
volver a tener una actividad económica que haga a la ciudad crecer",
dijo.