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Abogado: "No nos vamos a declarar culpables"

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Un joven mexicano de Zapopan, Julio Magaña, está detenido desde el 18 de noviembre del 2008 en Lakewood (NJ) por posesión y transporte de un kilogramo de cocaína. Sin embargo, su padre, Francisco Magaña, se vino de México a luchar por “hacer que se demuestre su inocencia”.

“Mi hijo vino de vacaciones a visitar a un amigo”, explicó Francisco, dueño de una fábrica de lámparas en Guadalajara. “Él sólo quería aprender inglés, él iba a regresar y casarse con su novia”. 

En la ciudad mexicana Julio estaba estudiando en la preparatoria, además de un curso para mesero. “Él era un muchacho muy alegre... no fuma ni usó drogas jamás. Le daba todo el dinero de la paga a su mamá (...) jamás ha tenido problemas de nada, no es violento, nunca lo habían detenido por nada”, describió su padre casi llorando por teléfono. “Toda la familia está muerta en vida, estamos destrozados y humillados, se han encargado de arruinar nuestra reputación, pero los voy a hacer tragar sus palabras porque un mafioso no va a Corte tantas veces a pelear”.

Desde enero del 2009 Francisco viaja cada mes desde México a Nueva Jersey para trabajar en la defensa de su hijo, quien además era el socio de su negocio. “Trato de mostrarme fuerte ante él pero a veces me quiebro, no le he demostrado que a veces me siento derrotado, quiero darle el mejor ánimo del mundo aunque esté destrozado moralmente, económicamente y familiarmente”, explicó con la voz entrecortada. 

Según el abogado de Julio, David Alcántara, el joven fue detenido cuando llegaba a un  taller en un carro de un mexicano que acababa de conocer ese día, Maximino Madrigada.

“Madrigada le preguntó a Julio si podía ayudarle a recoger unas cosas en el (taller). Julio era un pasajero (...) Cuando llegaron al taller (...) el conductor le dijo a Julio que  tocará la puerta y detrás habían ya a la espera varios policías”, explicó Alcántara.

Francisco afirma que después de tres abogados, a los que les pagó más de $15 mil y no hicieron nada,  Alcántara ha sido el único que ha logrado ayudarlos.

Además, este padre tiene que ahorrar para darle por lo menos $400 al mes a su hijo para sus gastos dentro de la prisión, ya que entre estos están la comida, bebida y productos higiénicos. Francisco también explicó que el hablar con él a diario le cuesta a Julio $3 por cada 15 minutos, y enviar cartas, $5.

El proceso

Francisco explicó que hay varios errores en los reportes policiales, que Julio aparece con una estatura de 5,9, cuando en realidad es 5,1, y que los tiempos no coinciden.

“Dicen que mi hijo habló con él (el cabecilla de la operación, que había sido detenido y también liberado antes del arresto de Julio) tres meses antes del arresto; sin embargo mi hijo nada más tenía desde el 23 de septiembre en Nueva Jersey”, dos meses antes del arresto el 18 de noviembre.

Alcántara  agregó que la información que presenta el conductor Madrigada sobre Julio, para establecer si lo conocía, tampoco concuerda: Como la escuela en la que él cursó o el nombre de sus hermanos. Además, dijo que hay contradicción de los policías sobre la cantidad de droga.

Al mes de que Alcántara asumió el caso, consiguió una oferta de sólo 26 días más de cárcel a cambio de que Julio se inculpe por posesión de drogas, en vez de los 12 años de cárcel que el fiscal le ofrecía.

“No aceptamos, y de repente por primera vez en un año y un mes aparece en todo este proceso un video de una supuesta confesión de Julio, donde él se inculpa de haber sabido que en el camión de Madrigada habían drogas ¿Por qué por primera vez en un año un mes aparece esto?”, se pregunta el abogado.

Un forense de audio y video contratado por Francisco determinó que el video no se grabó de la forma técnica que deber ser, que no hay un original de la copia que le entregaron a él pues fue borrado de forma manual, y que sin este original es imposible hacer la prueba de autenticidad.

El forense señaló que la copia fue la única versión existente, según le dijo el  Departamento de la Policía de Lakewood.

“El fiscal (Joseph Mackolin) no puede introducir la copia, porque no hay cómo comprobar si es una copia del original, porque el original no existe”, aclaró Alcántara. “Esto no pudo ser negligencia”.

“Contactamos a New Jersey State Anti-Corruption Task Force y nos mandaron una carta diciendo que creían que nosotros tenemos un caso, pero que le mandaron todo a la Fiscalía de Ocean County (la misma donde se lleva el proceso) ¿Cómo le están dando a la zorra las gallinas? (...) Ellos no se van a investigar a ellos mismos”, cuestionó el abogado.

Sobre la supresión de evidencia, Alcántara dijo que no ha recibido respuesta del fiscal Mackolin y que siente que están enredando el caso.

“Creemos que el fiscal nos está cansando para que ya Julio se declare culpable”.

“Que cosa tan fea estamos viviendo (...) temo por mi vida y la de mi hijo”, lamentó Francisco, al afirmar que su hijo ha sido amenazado en la cárcel si no se declara culpable.

Dijo que Julio recibió una carta, el pasado junio del 2009, en la que se lee claramente con letras recortadas de periódicos que “que te pa ese (parece) si hacemos un trato tú te echas la culpa de la droga y no se muere tu papá”.

Alcántara afirma que existe otro caso similar en el que el mismo fiscal y juez están a cargo, y que parte de la evidencia es un “video falso”.

AL DÍA preguntó al fiscal Mackolin sobre las irregularidades relacionadas con el video en el caso de Julio, pero él señaló que mientras no termine el caso, no puede hacer declaraciones.

El Día del Padre Francisco visitó en la cárcel a su hijo, quien le dijo que se sentía fuerte gracias a su apoyo.

“Lo visité por 15 minutos, que es lo permitido, me felicitó y dos días antes me mandó una postal y me dio las gracias por apoyarlo y por creer en él, y le dije que no me diera las gracias que para eso soy su padre (...) está muy confiado y tranquilo porque sabe que tiene un papá que vele por él”. Él “quiere que (yo) esté bien, que él está bien ahí dentro, y le dije que se cuidara que no le  fueran a hacer nada allí adentro, y le dije que si algo me llegara a pasar ya sabe quien es el fiscal (...) y que aunque algo me pase él debe seguir adelante, el abogado va a seguir adelante. Él quería llorar tenía sus ojos colorados, no lo quiero preocupar más, duramos 15 minutos nada más, se nos hizo muy rápido”, explicó.

“No nos vamos a declarar culpables, lo que queremos es que los cargos se retiren, y si no nos iremos a juicio”, dijo Alcántara.

El caso Julio Magaña vs. el estado de Nueva Jersey espera su próxima audiencia este 30 de junio.

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