El secretario de Hacienda, Juan Carlos Puig, pidió este viernes a la industria puertorriqueña de los casinos que aporte 100 millones de dólares de sus ganancias a las arcas públicas, durante una audiencia en el Senado de la isla caribeña.

Puig dijo que si la industria del juego estimaba en 180 millones de dólares las pérdidas que tendrían si se regulaba por ley la actividad de las máquinas tragamonedas, ahora que la propuesta se retiró, los casinos podrían hacer una aportación de 100 millones para equilibrar las cuentas públicas de Puerto Rico.

"Aquí ha habido expresiones públicas de la industria de los casinos en la que alegaron que perderían 180 millones de dólares si se implantaba la videolotería. Si no se implanta, quiere decir que no los perderán", dijo el secretario de Hacienda.

Puig señaló que seguro que la industria del juego estará dispuesta "a dar 100 millones de dólares de esos 180 millones para traerlos al fisco" y disponer así de recaudo adicional sin aumentar las contribuciones.

El Gobierno de Luis Fortuño retiró a finales del pasado mayo el proyecto de ley destinado regular las máquinas tragamonedas repartidas por la isla caribeña y que según estimaciones del Ejecutivo iba a generar en impuestos 220 millones de dólares anuales.

El ejecutivo pretendía así reglamentar una actividad sin control durante años, provocada por las cerca de 120.000 tragamonedas existentes en la isla, de las que según el Gobierno sólo 8.000 cuentan con permisos.

La patronal hotelera se opuso desde el principio al proyecto al alegar que miles de sus empleados perderían sus trabajos si la actividad se regulaba, porque alejaría a miles de clientes de las salas de juego.