La popularidad del presidente de EE.UU., Barack Obama, se ha mantenido estable en lo que va del año entre blancos y afroamericanos, pero ha disminuido entre los hispanos, según una encuesta de la firma Gallup dada a conocer hoy.

La encuesta se efectuó entre miles de adultos entre el 2 de enero y el 31 de mayo: aproximadamente 12.000 blancos, 1.000 hispanos y 950 afroamericanos cada mes.

En enero, el 69 por ciento de los hispanos, tanto los que respondieron en inglés como en español, apoyaba la gestión de Obama, pero ese respaldo bajó al 57 por ciento en mayo.

Según Gallup, el respaldo de los afroamericanos a Obama se ha mantenido en el 91 por ciento en esos cinco meses y el de los blancos ha permanecido en el 41 por ciento.

Estas cifras contrastan con los resultados de la elección presidencial de noviembre de 2008, cuando el entonces candidato demócrata Obama recibió el 67 por ciento del voto de los ciudadanos latinos.

La popularidad del presidente Obama entre los hispanos sufrió dos bajones pronunciados este año y Gallup los vinculó ambos con la frustración de esa comunidad porque Obama no haya actuado con la energía prometida para la reforma del sistema de inmigración.

El primer tropiezo, que le costó a Obama casi 10 puntos porcentuales en la encuesta de Gallup, ocurrió cuando en su primer mensaje anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso el presidente no dedicó mucho tiempo ni espacio a la situación de más de 12 millones de inmigrantes indocumentados.

El segundo bajón ocurrió a fines de abril cuando, tras una dura batalla en el Congreso por la reforma del sistema sanitario de Estados Unidos, Obama hizo unas declaraciones que se interpretaron como una renuncia a acometer la reforma migratoria este año.

El representante demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, quien había acudido a la Casa Blanca para negociar con Obama el respaldo del bloque legislativo hispano a la reforma sanitaria, expresó entonces la decepción de muchos hispanos.

"Quizá la próxima vez que prometa una reforma de la ley de inmigración el presidente debería aclarar que no lo hará a menos que se den tales y cuales condiciones", comentó Gutiérrez. "Yo no ataco al presidente, pero sí le recuerdo lo que prometió".

En mayo, la reforma de la ley de inmigración cobró aún mayor actualidad después que Arizona promulgara una ley por la cual la policía en ese estado debe detener, interrogar y requerir documentación de cualquier persona sobre la cual haya "sospecha razonable" de que es un inmigrante indocumentado.

El presidente Obama calificó como "mal encaminada" esa legislación estatal y ordenó que el Departamento de Justicia estudiara si la ley es inconstitucional, si bien hasta ahora ese ministerio no ha indicado su posición.

La erosión de la popularidad de Obama entre los hispanos es aún más notable en la encuesta de Gallup cuando se trata de entrevistados que respondieron a las preguntas en español.

Entre los hispanos que hablan inglés y respondieron a la encuesta en ese idioma, el respaldo para el presidente ha bajado desde el 65 por ciento en enero al 60 por ciento en mayo pero entre quienes prefirieron responder a Gallup en español, la simpatía por Obama ha bajado del 73 por ciento al 52 por ciento.

Aproximadamente un tercio de las encuestas de Gallup se conducen en español y la firma explicó que es más probable que los hispanos entrevistados en español sean inmigrantes.