Lo primero que abandona un niño que es vinculado en un conflicto armado es su infancia", dijo el colombiano, Juan Pablo Patiño Arévalo, quien dirigió un cortometraje seleccionado como finalista en un concurso global de video por la democracia del Departamento de Estado de EE.UU..

El reto era completar la frase "La democracia es...", a lo que Patiño respondió "... el derecho a la vida" a través de una animación de dos minutos que narra la historia de Jaime, un niño de siete años que vive entre el conflicto armado en Colombia.

El cortometraje forma parte del documental "Osos abandonados", que narra la historia de miles de niños que han sido en ocasiones reclutados y otras veces secuestrados por grupos armados para ser parte de una guerrilla, que como las FARC, se ha extendido por más de 50 años.

El colombiano de 24 años y graduado de Artes Visuales en la Pontificia Universidad Javeriana, considera que su labor periodística implica convertirse en un "notario de la historia", como diría el critico de cine, Bill Nichols.

"Es vital tener eso en mente al iniciar una investigación y saber que tenemos una herramienta masiva de crítica para llegar a muchas personas", dijo Patiño, quien a través de "Osos abandonados" inevitablemente critica al gobierno y a los grupos armados, pero sobretodo a la sociedad colombiana. Y es que según Patiño, en su país hay un problema de doble moral: "Como colombianos aportamos un grano de arena para construir una mejor sociedad, pero hay gente cansada que deja de percibir la magnitud del problema y se va desapegando del conflicto porque lleva más de 50 años".

Además, Patiño, cuyo filme ha sido nominado al Premio colombiano India Catalina 2010, coincide con el delegado de la Organización de las Naciones Unidas, Fernando Travesí, quien ha trabajado por la resolución del conflicto en Colombia y dice que la sociedad se divide en dos partes: Los que son afectados directamente por el conflicto armado y los que no son afectados directamente. Según Patiño, aunque la comparación parece simple, el hastío y la indiferencia son el reflejo de que la guerra ha deshumanizado a la sociedad e incluso de que la misma guerrilla ha perdido su significado original.

"A la guerrilla en Colombia le interesa el narcotráfico, más allá de eso, no hay nada", dijo Patiño, quien agregó que el problema no es solo la venta. "Antes éramos exportadores, pero ahora la tasa de consumo ha aumentado a niveles muy altos".

Además, otro problema relacionado con la duración del conflicto armado es que a través de cinco décadas han existido personajes que crecieron en la guerrilla para convertirse en líderes, y que esta también ha generado familias y ha traído nuevas vidas. Entre ellos se encuentra uno de los máximos líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el legendario Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", un campesino que creció con la guerrilla y que murió en el 2008, irónicamente de muerte natural. "Estos lazos familiares y lazos de gente van a hacer que la solución no sea armada, quizá la solución para el conflicto en Colombia no sea totalmente bélica", dijo Patiño.

Aunque el bogotano reconoce que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, logró que se disolvieran varios grupos paramilitares, considera que fue muy complaciente con algunas organizaciones que solo se deshicieron para formar otras. "Hay un circulo vicioso que cree que si mata a ciertos personajes se mata la guerrilla, pero hay otros intereses", dijo Patiño. "El que tenga la respuesta a la solución merecería ser presidente y empezar a aceptar el diálogo y la convivencia con el enemigo, pero no aniquilarlo".

Aunque Patiño no sabe qué le espera a Colombia con las elecciones presidenciales este domingo, tiene una cosa en claro: "Colombia necesita un cambio, debemos replantear qué hace falta y hacia dónde vamos. La paz debería de ser nuestra manera de asumirlo, pero deberíamos de verla como un medio y no una finalidad".

Los vídeos finalistas pueden ser vistos en videochallenge.america.gov, en donde además se puede votar por el favorito para seleccionar a siete ganadores que serán anunciados a mediados de junio y viajarán durante el otoño a Los Ángeles, Nueva York y Washington.

El cortometraje de Patiño, que hace parte  del documental "Osos abandonados", fue  seleccionado como uno de los 18 finalistas entre más de 1.600 trabajos de 111 países.