Los éxitos que ha logrado la administración de Álvaro Uribe Vélez en materia de seguridad e inversión extranjera en Colombia son evidentes ochos años después de su llegada a la Casa de Nariño, el palacio presidencial.

Sin embargo, una larga sombra de dudas sobre presuntos vínculos del Mandatario con el paramilitarismo lo ha acompañado por más de tres décadas.

El tema de las bandas criminales de extrema derecha que azotaron a Colombia en las décadas de los ochentas, noventas y la actual -en su lucha contra la guerrilla de las FARC- sigue persiguiendo a la figura presidencial del país sudamericano.

Ahora es su hermano menor, Santiago Uribe Vélez, quien vuelve a estar en el ojo del huracán -hace dos años la prensa colombiana registró los presuntos vínculos que el hermano del Presidente tuvo con los hermanos Ochoa, capos del cartel de Medellín-, esta vez por cuenta del oficial retirado de la Policía Nacional, mayor Juan Carlos Meneses Quintero, quien lo acusó de ser el fundador de un grupo paramilitar conocido como ‘Los Doce Apóstoles’ en el departamento de Antioquia.

En declaraciones a un grupo de juristas que monitoréan la situación de los derechos humanos en Colombia -entre quienes está el Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel-, Meneses acusó al hermano del Jefe de Estado de haber creado y mantenido a un grupo paramilitar en los años noventas con la colaboración de agentes del Estado y la Policía en Antioquia mientras que Álvaro Uribe era senador y aspiraba a la gobernación del departamento.

En un relato pormenorizado, Meneses da detalles de reuniones, conversaciones y el modo como operaba el grupo paramilitar en los alrededores del municipio Yarumal -donde Uribe Velez tiene una hacienda ganadera-.

Según Meneses, cuando fue asignado a esa zona, mandos superiores le informaron que ahí operaba un grupo de “limpieza social” comandado por Santiago Uribe y apoyado por la Policía del muncipio.

El ex mayor de la Policía explicó que su rol consistía en  hacer que los agentes de policía no hicieran presencia en los sitios donde el grupo paramilitar de Santiago Uribe iba a cometer algún crimen. En total, meneses habla de cinco casos particulares en los que colaboró con los "mal llamados Doce Apóstoles".

Los juristas especializados en casos de violación de derechos humanos dijeron que la declaración de Menses aporta suficientes evidencias para iniciar una investigación penal sobre los hechos ocurridos en Yarumal, Antioquia durante esa década.

Para Pérez Esquivel, la lo dicho por Menses lo “autoincrimina, incrimina al hermano del presidente y al propio Álvaro Uribe Velez”.

Así reportaron el Washington Post y Página 12 de Argentina.