Un viaje a la Cuba cotidiana de ayer
es el
propósito de la exposición "CubaNostalgia", que desde este fin de semana y hasta el
próximo domingo se puede ver en Miami por medio de todo tipo de
objetos para el recuerdo, libros, cuadros, imágenes y música.

Los
aficionados a la nostalgia y la "memorabilia" tienen una cita
en el Fair-Expo Center para disfrutar de un viaje sentimental a la
vida cotidiana de la Cuba anterior a la Revolución liderada por
Fidel Castro.

"La exhibición, "muy informal", es una evocación
nostálgica tanto
para los cubanos que vivimos ese tiempo pasado como para las nuevas
generaciones de cubanoamericanos que lo desconocen", dijo a Efe
Leslie Pantín, presidente de la exposición.

Pantín explicó que la
feria atrae cada año a tres generaciones de
cubanos que gustan o bien recordar ese ayer, cargado de referencias
sentimentales y aficiones, o conocer su encanto cotidiano.

Este
año el eje central de CubaNostalgia lo constituye el
homenaje al legendario cantante y compositor cubano Benny Moré
(1919-1963), que será recordado con una exposición de las carátulas
originales de su discografía, música en vivo y un concurso de baile
con sus canciones.

La Universidad Internacional de Florida (FIU)
ha cedido a la
feria su colección de carátulas originales de los discos de Moré,
así como el llamativo mapa de una foto aérea de La Habana.

El
mapa de La Habana comparte protagonismo con otro de la isla en
1950 desplegado en el suelo de una sala, lo que permite un "viaje
imaginario" a esta ciudad y "visualizar el tejado de la casa donde
uno vivía", explicó.

Resulta especialmente evocador la recreación
de la desaparecida
tienda de ropa "El Encanto" de La Habana, "que fue una de las
mejores de América", recordó Pantín, quien salió de Cuba con su
familia en 1960, a la edad de 11 años.

El visitante que lo desee
podrá fotografiarse junto al falso
escaparate de la tienda, en el que se exhibe ropa de esa época que
conserva todavía la etiqueta original.

El recinto ferial, de
9.000 metros cuadrados, acoge también todo
tipo de objetos cotidianos del pasado anterior a la Revolución de
1959, tales como monedas, sellos, billetes de la época, medallas,
discos, gorras, anuarios escolares, listines telefónicos, revistas,
afiches o almanaques.

Pantín siente especial cariño por la enorme
fotografía de la
fortaleza colonial del Morro, en La Habana, expuesta en una pared de
la feria y que crea la falsa ilusión a los visitantes que deseen
fotografiarse de que se encuentran allí.

Ninoska Pérez,
presidenta de la organización del exilio Consejo
por la Libertad de Cuba, expondrá su obra pictórica, resultado de su
"fijación" por Cuba y "añoranza" de la isla.

Su nostalgia de Cuba
se plasma en una serie de rostros de mujeres
habaneras, adornadas con "antiguos vitrales y flores", explicó la
activista cubana, quien confesó que pintar es para ella "regresar a
mi ciudad perdida".

La organización Roots of Hope aprovechará la
feria para poner en
marcha el proyecto "Teléfonos celulares para Cuba", una iniciativa
sin ánimo de lucro que se basa en la recogida de teléfonos móviles
usados con destino a la población cubana.

El capítulo de la
cocina criolla tiene también su lugar con la
degustación de platos como las masitas de puerco, el congrí (arroz
con frijoles), medianoches, sandwiches cubanos, así como refrescos
típicos en Cuba y bebidas como el mojito.

Pantín confía en que
esta duodécima edición atraiga unos 30.000
visitantes y sirva para que el público conozca una era, una historia
de Cuba que ya no existe.