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Relato de dos complejos habitacionales en el noreste

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A pesar de que no existe ningún plan para los 32 acres en el área de Holmesburg, donde equipos de demolición eventualmente destruirán las 436 unidades de vivienda en Liddonfield Homes, en el noreste de Filadelfia muchas personas en los vecindarios aledaños respiran aliviados por el cierre de esta unidad habitacional que aseguran, está plagada de problemas.

“Por años dijeron que iban a cerrar Liddonfield y nunca se cerró”, dijo María Asterga, cuyos padres emigraron de Cuba y se instalaron en la calle frente al complejo en 1964. “Eran puros problemas y drogas. La Policía venía mucho, de niña me preocupaba caminar por ahí”, dijo Asterga.

Asterga y sus padres aseguran que desde que se mudaron había rumores de que el desarrollo habitacional, construido como un cuartel militar en los años cincuenta, sería demolido.

Sin embargo, hasta principios de este año, por lo menos 174 familias permanecían en las viviendas antes de que la Autoridad de Vivienda de Filadelfia (PHA) les notificara que Liddonfield cerraría.

El gerente de operaciones de PHA, Keith Caldwell ,dijo que el proceso de evacuación de las familias lleva años como consecuencia de las precarias condiciones en las que se encuentran los sistemas de drenaje, electricidad y calefacción.

“Liddonfield fue uno de los antiguos proyectos de vivienda y se volvió funcionalmente obsoleto”, dijo Caldwell. “El costo de mantenimiento excedió el beneficio. La decisión fue tomada: reubicar a las familias y demoler el sitio. Todas las familias calificaban dentro de la ley de Reubicación Uniforme para ser reubicadas en otros desarrollos del PHA”.

Caldwell dijo que la última familia se mudó de Liddonfield en abril y que las familias que recibieron vales de elección de vivienda fueron tratadas con dignidad y respeto, y tenían la opción de mudarse a cualquier área residencial de la sección ocho en el país. “Escuchar que tienen que mudarse, es un reto para las personas que han vivido ahí la mayoría de su vida, si no es que toda su vida”, dijo Caldwell.

Los planes para demoler o modernizar Liddonfield se hicieron en agosto del 2006 cuando PHA recibió 3,5 millones, del estado de Pensilvania. Esa suma formaría parte de los $94 millones necesarios para demoler las casas viejas, y llenar un espacio de 12 acres con 225 casas nuevas, dejando los otros 20 acres para una compañía privada.

Sin embargo, el plan fue cancelado tres meses después, cuando un subsidio federal de 20 millones le fue negado a PHA, según un artículo del Northeast Times.

Jessica Spinosi y sus tres niños, se mudaron de la comunidad de Mayfair a una calle cerrada frente a Liddonfield hace un año. Spinosi dijo estar contenta de que el desarrollo haya cerrado, pero está preocupada que la demolición pueda traer otro tipo de problemas.

“Ratones y ratas, eso es algo que no estoy esperando”, dijo Spinosi. “Pero prefiero el ruido que la violencia”.

Como Asterga, Spinosi dijo que notaba una relación entre el crimen y el desarrollo.

“No eran tanto los niños, sino los adultos los que causaban problema. Había muchas peleas y venta de drogas”, dijo Spinosi. “Algunas noches había grupos de personas, no solo una o dos, sino siete o 12. Hasta había prostitutas. Siempre hubo un problema con algunos vecinos del área que sentían que las personas de Liddonfield eran un problema”, dijo Caldwell. “Pero no los reubicamos por eso”.

Un proyecto perdiendo, y otro ganando contra las expectativas

Holmecrest es un proyecto de PHA, pero no encaja con los estereotipos negativos de los proyectos que aún existen hoy en día. El desarrollo de 84 unidades se encuentra en una esquina de Holmesburg, a solo unas cuadras de la avenida Frankford. Es un lugar tranquilo, los residentes dicen que es un hogar maravilloso y los vecinos fuera del desarrollo no encuentran razones para quejarse.

“Nunca”, dijo Lillian Cook, cuando fue cuestionada si alguna vez ha tenido un problema con los residentes de Holmecrest. “Estoy a gusto tal como es”.

“Ni siquiera lo veo como uno de los proyectos”, dijo su amiga y vecina, Nicole Varchacoski.

Los residentes de Holmecrest, que son exclusivamente de la tercera edad, podrían ser la clave de su éxito, según Caldwell.

“La diferencia entre Liddonfield y Holmecrest es que uno es un desarrollo multifamiliar y el otro es un complejo para adultos de la tercera edad”, dijo Caldwell.

Holmecrest tiene una guardería y dos patios con bancas, que son frecuentadas por los ancianos en las mañanas. Algunos de los residentes dicen que el estándar de vivienda es mejor de lo que esperaban.

“Tiene muchas cosas”, dijo Dale Heeverline, un residente de Holmecrest.

En cambio, Liddonfield estuvo repleto de crimen y quejas durante los cincuenta años que funcionó como complejo de vivienda pública. Algunos funcionarios de la ciudad hablaron tantas veces sobre la posibilidad de cerrarlo, que cuando finalmente lo hicieron, los vecinos no se sorprendieron. Mientras tanto, Jesse Lofton, otro residente de Holmecrest, dijo que se sentía suertudo de haber conseguido una casa ahí después de que vivió en Liddonfield.

A pesar del éxito de Holmecrest, el complejo habitacional podría acabar igual que Liddonfield.

Varias agencias de vivienda pública se están alejando de los proyectos, o de lo que ellos llaman “desarrollos”, para acercarse a la “elección de vivienda”, lo que posiciona a los residentes de vivienda pública en barrios con arrendadores y propietarios privados.

Este es un intento para incorporar las viviendas públicas de una manera gradual en un barrio, y es un movimiento que ha ganado fuerza. Impulsados en parte por el fracaso de proyectos como el de Liddonfiled, algunos funcionarios públicos sienten que el modelo antiguo simplemente no funciona.

Lo que pasará con Holmecrest no es claro. “En este momento, planeamos demolerlo en algún punto, pero no hay planes definitivos”,  dijo Caldwell.

Puede que el complejo no sea clausurado pronto, y aunque por hoy es funcional, es un modelo obsoleto de vivienda pública y podría llegar a su fin al igual que otros proyectos menos exitosos como Liddonfield.

Si Holmecrest ha superado las bajas expectativas que muchos tienen de los proyectos de vivienda pública tradicional, podría ser principalmente por que los residentes son exclusivamente de la tercera edad.

“Holmecrest es para los adultos de la tercera edad. Fui ahí y me comenzó a doler la espalda, me estaba creciendo una joroba”, dijo Wilson riendo.

Holmecrest ha superado la prueba de los proyectos fallidos. Los residentes y los vecinos dicen que quieren que se mantenga abierto, y esperan que el desarrollo no acabe igual que Liddonfield.

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