El presidente brasileño, Luiz
InácioLula da Silva, agradeció este lunes dos
premios de organismos de la ONU por
su combate al hambre y la pobreza, con un fuerte discurso contra los
países ricos, la especulación del mercado y la "miopía capitalista".

En
la apertura del Foro de Diálogo Brasil-África sobre Seguridad
Alimentaria y Combate al Hambre, Lula
recibió hoy la Medalla del Día
de la Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura (FAO) y fue proclamado "Campeón Global del Combate al
Hambre y la Pobreza" por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

"Si
los dirigentes del mundo no están comprometidos con las
personas que están en peor situación, es mucho más difícil tomar
decisiones en beneficio de los más pobres", declaró Lula en el acto.

Lula recordó que en 2008 el mundo fue
"tomado por sorpresa" por
un fuerte aumento del precio de los alimentos, por el que "primero
culparon a los chinos, que comían mucho", y luego al petróleo, pero
después "se supo que todo era culpa de unos vivos" de los países
ricos que "ganaban dinero con papeles" y "especulaban con comida".

Citó
que poco después estalló la crisis inmobiliaria en Estados
Unidos y se descubrió que en los serios desajustes financieros que
la generaron estaba el origen de buena parte de esa especulación,
que acabó afectando a "los más pobres del mundo".

Según dijo Lula ante una treintena de autoridades de
países
africanos congregadas en Brasilia, cuando estalló la crisis global
el mundo estaba "listo" para concluir la Ronda de Doha en la
Organización Mundial de Comercio (OMC), pero con las turbulencias
todo fue barranco abajo y "perdieron los pobres otra vez".

Lamentó
que, dos años después, la Ronda de Doha no haya sido
retomada, porque "era la posibilidad de abrir un poco los mercados"
para que los países africanos y latinoamericanos "pudieran exportar
más a las naciones más ricas".

Con un dejo de ironía afirmó que
"la teoría de libre mercado era
extraordinaria cuando en los países pobres éramos sólo compradores,
porque cuando quisimos ser vendedores el mercado no fue tan libre
como nos decían", lo cual calificó como "una barbaridad de la miope
visión capitalista".

Lula
sostuvo que "las escuelas de economía" deberían enseñarle a
"los hombres de visión capitalista" que "cuanto más coman africanos
y latinoamericanos, cuanto más ganen algún dinerito, consumirán más
los productos de alto valor agregado que ellos producen".

Recordó
que en muchas ocasiones ha pedido a líderes de los países
más desarrollados que apuesten en el desarrollo de África y América
Latina, que son las regiones "con más tierras" cultivables y pueden
garantizar la seguridad alimentaria del planeta.

"Los países más
ricos ya usaron todas sus tierras", así como su
agua, un recurso que será escaso en el Siglo XXI y que abunda en
África y América Latina, declaró.

En el caso africano, afirmó que
"hay una inmensidad de ríos que
llevan al mar un agua que no se aprovecha" y consideró que "los
países ricos podrían financiar" programas para utilizar ese recurso
en la agricultura, de modo de "socializar el agua".

Lula, quien entregará la Presidencia de
Brasil al ganador de las
elecciones de octubre próximo, ha dicho en varias ocasiones que una
vez que deje el poder pretende trabajar "de alguna manera" en favor
del desarrollo de África y América Latina.

Aunque hoy no hizo
alusión directa a ello, se comprometió a
mantener la apuesta de Brasil en África y sus vecinos de América
Latina, y expresó su deseo de que los actuales y futuros presidentes
de los países de ambas regiones "no dejen de mirar al eje sur-sur"
como una alternativa al poderío económico de EE.UU. y Europa.