Los estudiantes, padres de familia y empleados de la Potter Thomas, en el sur de Filadelfia, viven en incertidumbre por los cambios que se avecinan al plantel educativo como parte de la reestructuración académica Imagine 2014.

El Distrito Escolar decidió que la escuela será administrada por una organización externa como una escuela ‘Charter’. Así, los nuevos administradores tendrían una “extensa autonomía” para implementar su propio programa curricular y cambiar al personal de forma parcial o total. Sin embargo, aún existen otras posibilidades.

Algunos miembros de la comunidad sugieren que la escuela sea transformada mejor en una “Academia de Promesa”, supervisada por la superintendente, Arlene Ackerman. Dicha modalidad requiere despedir por lo menos a la mitad del personal con la opción de ser transferido.

Independientemente de la modalidad que adopte la escuela, un gran número de padres ha manifestado su deseo de conservar a la directora actual, Dywonne Davis-Harris, pero ninguna de las alternativas garantiza su permanencia en la escuela.

Por otro lado, de las seis organizaciones aprobadas por el Distrito para reestructurar las escuelas, Congreso de Latinos Unidos ha manifestado su preferencia de administrar la Potter Thomas como su primera opción, y ASPIRA ha seleccionado a la escuela como su segunda opción.

“Si el personal y la directora están calificados y tienen la motivación queremos a esos maestros”, dijo el presidente de ASPIRA, Alfredo Calderón, quien administra las escuelas Eugenia María de Hostos y Antonia Pantoja.

“Yo no tengo una opinión respecto a la directora”, dijo el presidente de Congreso, Nick Torres. “Ellos tienen que decidir si quieren trabajar con nosotros y seguir la filosofía de nuestra escuela”.

“Si los padres tienen razón y la escuela está tan bien como ellos dicen, lo único que el Distrito Escolar y nosotros queremos son a las personas que puedan dar la mejor educación a los estudiantes”, dijo Torres.

De acuerdo con el jefe de las escuelas ‘Charter’, Ben Reyer, el Distrito ha pedido a la comunidad que conozca a las organizaciones que administrarían la escuela como ‘Charter’, así como su participación “honesta” en la selección del equipo responsable del cambio. “Si aun así creen que no es una buena opción entonces la superintendente Ackerman consideraría convertir la escuela en una ‘Academia de Promesa’”, dijo Reyer.

La directora, Dywonne Davis-Harris, se negó a hacer declaraciones sobre la reestructuración, sin embargo mencionó que la escuela ha visto varias mejorías desde el inicio del año escolar, cuando ella asumió el cargo. Señala que el nivel académico de los estudiantes ha aumentado el 15 a 20 por ciento en lectura y matemáticas, y que en cuestiones de seguridad “los incidentes serios han disminuido 65 por ciento, y muy pocos han sido violentos”.

Además, Davis-Harris dijo que la escuela se ha ajustado a las necesidades de los estudiantes implementando, por ejemplo, un programa en conjunto con el Hospital Infantil de Filadelfia para proveer terapia individual y de grupo a los alumnos que sufren de ansiedad, depresión y problemas de agresión.

Los empleados de la escuela han visitado 180 familias de estudiantes con bajo índice de asistencia, y frecuente impuntualidad para advertirles sobre las repercusiones que esto puede tener en su educación.

En general, “el ambiente es más limpio, los estudiantes están mas motivados, los maestros más preparados y los padres más satisfechos”, dijo Davis-Harris.

El Distrito Escolar seleccionó dicha escuela para su programa de reestructuración debido a su bajo rendimiento en comparación con otras escuelas con una composición demográfica similar. La escuela cuenta con unos 480 estudiantes, de los cuales el 78 por ciento es latino, el 95 por ciento es “económicamente desfavorecido”, y el 25 por ciento toma clases de inglés como segundo idioma, según cifras del Distrito.

El jueves 6 de mayo, el Distrito Escolar ha programado una junta de 5:30 p.m. a 8:30 p.m. para que los padres de familia, miembros del Comité de Asesoramiento Escolar y miembros de la comunidad conozcan las organizaciones que podrían hacerse cargo de la escuela y puedan manifestar su preferencia por una de ellas. De acuerdo con el Distrito, la superintendente Ackerman tomará en consideración dichas recomendaciones.